El PP rechaza la «contrarreforma» del Gobierno y dice que recuperará la de Rajoy

La postura de los populares la marcó el propio Pablo Casado el jueves pasado al asegurar que si llega a la Moncloa derogará la nueva norma que la CEOE suscribe y recuperará la normativa aprobada en 2012 por Mariano Rajoy. «Rechazamos la contrarreforma laboral de Pedro Sánchez y recuperaremos nuestro modelo», avanzó el líder de la oposición.

El presidente del PP se plantea incluso ir más lejos y baraja recurrir el real decreto ley que plasme este acuerdo ante el Tribunal Constitucional. Los conservadores reclaman que la reforma se debata en el Congreso antes de ser aprobada, pero Bruselas había exigido que estuviera lista antes de 2022, y por eso el Ejecutivo lo aprobará vía real decreto ley. El debate en la Cámara baja, por tanto, se hará después. «Pedimos que se haga como proyecto de ley y no como decreto ley», insistió Montesinos en RNE.

La reforma laboral impulsada por Yolanda Díaz está cosechando fuertes críticas en la izquierda, donde la vicepresidenta segunda generó la expectativa de una derogación de la normativa de Rajoy; y no tan contundentes en el lado derecho del tablero, donde el respaldo de la patronal dificulta una oposición más ruidosa, a excepción de Casado.

Núñez Feijóo, casi siempre más templado, también huyó en esta ocasión de los aspavientos. El presidente gallego abogó por esperar a analizar la reforma laboral porque todavía se trata de «un preacuerdo» y «no está firmada» y pidió tener el documento definitivo para estudiarlo. Eso sí, aseguró que está claro que «no hay derogación» sino «modificaciones de algunos párrafos» que analizará cuando tenga el texto completo.

Para Ciudadanos la reforma laboral que ha acordado el Gobierno con los empresarios y los sindicatos es «poco ambiciosa» y «se queda corta», pese a que algunos aspectos -como la reducción del menú de contratos o la consolidación de los ERTE- no les disgustan del todo. «Parece que Podemos ha asumido la reforma que Ciudadanos planteó en 2016 y firmó con el PSOE y que entonces rechazó», ironizó este lunes el vicesecretario general, Edmundo Bal.

Al igual que el PP, el dirigente liberal reprochó al Ejecutivo que pretenda aprobar mediante un decreto ley un nuevo marco de relaciones laborales sin haber trasladado el texto pactado a los grupos parlamentarios, y sin que pueda haber «un debate y estudio más en profundidad». «Sigue haciendo -denunció- las normas con oscuridad, las lleva al Consejo de Ministros y las presenta al Congreso sin haberse asegurado los votos necesarios».

Bal evitó adelantar el sentido del voto de su grupo, pero, en todo caso, subrayó que su formación no va a estar con ni con los independentistas ni con los nacionalistas «defendiendo barbaridades» como mantener la prevalencia de los convenios autonómicos, pese a que supongan mejores condiciones laborales.