Ni adelantar elecciones ni admitir la envergadura del último varapalo judicial a su partido. Mariano Rajoy ha capeado una vez más el terremoto político que supone la sentencia del 'caso Gürtel', esgrimiendo los mismos argumentos con los que despachaba recientemente el 'caso Cifuentes' o la ... detención de Eduardo Zaplana.
Publicidad
Tras el mutismo del jueves, el presidente del Gobierno y del PP comparecía este viernes al mediodía para responder a la moción de censura presentada por Pedro Sánchez para forzar su salida, y en su intervención ha desgranado uno a uno los argumentos por los que, a su juicio, el 'caso Gürtel' no es razón suficiente para desestabilizar su Gobierno y poner en peligro lo que queda de legislatura.
Defiende que no hay ningún miembro del actual Gobierno imputado ni condenado; que se trata de casos aislados y ocurridos hace muchos años, que el PP desconocía los hechos delictivos, o que fue precisamente el líder popular quien se encargó de hacer limpieza en el partido cuando asumió la presidencia del mismo. También ha puesto en cuarentena una sentencia que, pese condenar al Partido Popular por lucrarse de la trama corrupta, no es firme, por lo que van a recurrirla, y que cuenta además con el voto particular en contra del ponente de la misma.
Con estos mimbres, Rajoy ha defendido su legitimidad para seguir al frente del Gobierno, desdeñando el hecho de que el tribunal de Gürtel cuestionara su credibilidad como testigo en el juicio. Así, ha señalado que «los certificados de credibilidad los reparten los ciudadanos» y que su partido, con 134 escaños, goza de mayor credibilidad que el dirigente de un partido -Pedro Sánchez-, que cuenta con 84 diputados. Así, ha insistido en que su Gobierno es «el que más credibilidad tiene porque se encontró a España al borde la quiebra, y tomando decisiones difíciles ha conseguido que llevemos tres años creciendo por encima del 3%».
En este sentido, ha cuestionado que Sánchez goze de «autoridad moral» para presentar una moción de censura contra su Gobierno, y se ha preguntado si dimitirá «cuando condenen al Partido Socialista de la Comunidad Valenciana o cuando se resuelva la sentencia de los ERE».
Publicidad
Tampoco ha pedido disculpas, insistiendo en que lo ha hecho «hasta la saciedad» en anteriores ocasiones, cuando salieron a la luz los casos de corrupción que han golpeado a la formación y que Rajoy ha definido en varias ocasiones bajo el epígrafe de «casos aislados».
Finalmente, Rajoy ha descartado convocar nuevas elecciones, mostrándose «partidario de que las legislaturas duren cuatro años, que es lo que está establecido en la Constitución y es lo que la gente vota». Y ha terminado recordando que disolver la Cámara y nombrar ministros son facultades exclusivas del presidente del Gobierno. «Y no estoy dispuesto a renunciar a ellas».
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La proteína clave para la pérdida de grasa
El Comercio
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.