Puigdemont llama desde Perpiñán a los catalanes a «prepararse» para mantener la lucha

JxCat ha puesto en marcha toda su maquinaria electoral, reuniendo en Perpiñán, ciudad fetiche para el republicanismo y para el exilio catalán de la postguerra, a miles de personas. Vestido de traje y corbata, con porte institucional y presentado como el «molt honorable presidente Carles Puigdemont», el dirigente nacionalista ha realizado un mitin político en el que ha llamado a los catalanes a «prepararse» para mantener la «confrontación» con el Estado. «Prepararse», ha insistido durante toda su alocución para la «lucha definitiva» por la independencia. Según Puigdemont, este embate contra el Estado no puede ser aplazado sino que debe llevarse a cabo de forma inmediata, sin más dilación en los próximos comicios que volverán a ser planteados como un plebiscito como en 2015. Según Puigdemont el combate contra el Estado para alcanzar la independencia no puede ser aplazado como propone Esquerra Republicana. «No hay que esperar a tiempos mejores, ya lo tenemos aquí», ha expresado. La frase lleva una carga muy fuerte contra la estrategia de ERC, que plantea que el independentismo necesita ampliar su base antes de emprender el embate final. Pere Aragonès incluso señala en un libro de reciente publicación que el secesionismo necesita alcanzar el 70% de la población para que la independencia sea posible. El expresidente de la Generalitat, en cambio, considera que la batalla final se ha de librar en las próximas elecciones. Y ha pedido a los suyos a aguantar y a no rendirse. «Sabíamos que si aguntábamos, llegaría este momento en el que podríamos pisar tierra catalana como personas libres», ha expresado.

El acto ha contado con el expresidente de la Generalitat, y con los exconsejeros Toni Comín y Clara Ponsatí, todos ellos reconocidos como eurodiputados recientemente. El acto del Consejo para la República, en el que están representados todos los partidos secesionistas, se ha convertido en un mitin de JxCat en el que los postconvergentes han llamado a la unidad y han tratado de aislar a Esquerra Republicana. Oriol Junqueras y Marta Rovira ha intervenido a través de un vídeo, pero todas las intervenciones desde el escenario han llevado críticas contra los republicanos a los que los postconvergentes acusan de ser los culpables de romper la unidad. Y les acusan de abandonar el objetivo de la independencia con su estrategia pragmática. Durante el vídeo se han mostrado imágenes de la mesa de diálogo entre gobiernos de miércoles pasado, que ha sido recibido con una fuerte pitada por parte del público.

Así, antes que Puigdemont, ha intervenido la exconsejera de Educación, Clara Ponsatí. La eurodiputada nacionalista, huida en Escocia, ha cargado con dureza contra la mesa de diálogo puesta en marcha esta semana entre el Gobierno central y el catalán. «No nos dejemos engatusar con fotos de mesa de diálogo que solo busca permitir a Pedro Sánchez ganar tiempo», ha afirmado. A su juicio, es un «engaño» contraponer diálogo a independencia, una crítica directa contra Esquerra Republicana. Para Ponsatí, «estar aquí en Cataluña es una victoria».

Comín también ha criticado veladamente contra ERC, al recordar que el PSOE apoyó la aplicación del 155. «España no es un estado normal», «no respeta los derechos humanos», «es un estado autoritario», ha señalado. Comín ha iniciado su alocución con un «hola Cataluña». «Tras dos años de exilio, he visto nuestra luz y nuestro mar», ha apuntado.

Las llamadas a la unidad han sido constantes, lo que da una buena muestra de la división en la que se encuentra el secesionismo. El acto estaba convocado por el Consejo para la República y ha contado con toda la plana mayor de JxCat, desde Quim Torra, Artur Mas y la casi totalidad de diputados postconvergentes. ERC, en cambio, ha enviado a una delegación de muy bajo perfil y la CUP no ha acudido. «Bienvenidos a casa», han sido las primeras palabras del presidente Quim Torra al encontrarse con Carles Puigdemont. «Es una jornada histórica que estábamos esperando desde hace tiempo» y «un día de alegría y esperanza para miles de catalanes, en el combate por la libertad de Cataluña y para culminar el proceso de independencia», ha señalado el presidente de la Generalitat a los medios. »Es un día de esperanza en los valores que Puigdemont y los compañeros que están en el exilio representan: la lucha de los catalanes por sus libertades, sus derechos y su aspiración legítima a constituirse en una república independiente«, ha afirmado. Posteriormente, por la tarde, Torra recibirá oficialmente en la Casa de la Generalitat de Perpiñán a Puigdemont, Comín y Ponsatí.

Antes del mitin, en el parque de exposiciones de Perpiñán, lleno hasta la bandera en una ciudad que apenas tiene 120.000 habitantes, Puigdemont se ha dado un baño de masas en el Ayuntamiento de la localidad francesa que le ha recibido con todos los honores. Igual que ayer, agasajado por los políticos locales en el partido de rugby del USAP, el equipo local.

En su alocución, Puigdemont ha denunciado los miles de personas que a su juicio se han quedado en la frontera sin poder pasar por culpa, según, ha criticado de la Policía española, del Estado español cuyos «abusos» «no tiene límites».