Puigdemont podría ser cabeza de cartel de JxCat sin ser presidenciable

El exjefe del Ejecutivo catalán, por tanto, podría ocupar el lugar que quiera en las papeletas sin necesidad de pasar por las primarias. «Es el presidente del partido, el líder del espacio político, jugará fuerte en las elecciones», ha asegurado Artadi. No obstante, no ha avanzado cuál será la decisión de Puigdemont, que medita cada paso, pues está pendiente del suplicatorio del Parlamento Europeo para su extradición. «No me toca a mí adelantar cuál es su voluntad. No entraremos en hipótesis sobre qué hará y qué no hará», ha expresado. «Él ya dijo que estará en la lista, pero no en qué posición», ha apuntado. «Se merece el respeto de la dirección y esperaremos su decisión», ha rematado. Artadi era de las dirigentes que más habían presionado a Puigdemont para que encabezara las listas y se presentara como candidato a la presidencia de la Generalitat. El propio expresidente se autodescartó, acusando a la «represión del Estado» de no permitir su investidura.

El candidato de JxCat a la presidencia de la Generalitat saldrá de las primarias a las que optarán tres dirigentes: Laura Borràs, actual portavoz del partido en el Congreso, Damià Calvet, consejero de Territorio de la Generalitat, y Jordi Farrès, abogado que procede de la Crida Nacional. Todos ellos han conseguido los avales necesarios y a partir de mañana podrán empezar la campaña hasta el fin de semana del 29 de noviembre, en que tendrá lugar la votación. Borràs parte como la favorita de la militancia, a pesar de la causa penal pendiente en el Tribunal Supremo por haber adjudicado presuntamente a dedo concursos a un amigo cuando era directora de la Institución de las Letras Catalanas. Calvet ha asegurado esta mañana que quiere que Puigdemont vaya como número 1 de la lista y a partir de ahí lo que tiene que elegir el partido es un «candidato efectivo» a la presidencia de la Generalitat.

Puigdemont ya lideró las listas de JxCat en 2017. Entonces prometió que si ganaba, regresaría a Cataluña para someterse a la investidura. No lo hizo, pues corría el riesgo de ser detenido y puesto a disposición de la justicia, que le reclama para juzgarle por un delito de sedición y malversación, como a los otros líderes del 'procés'. JxCat intentó investirle de forma telemática, pero el Constitucional no lo permitió. Y aunque los postconvergentes instaron al presidente del Parlament, el republicano Roger Torrent, a desobedecer y forzar una sesión de investidura, el dirigente de ERC no lo autorizó y JxCat tuvo que optar por otro candidato. En esta ocasión, el líder nacionalista ya no ha querido utilizar el reclamo de que volvería en caso de victoria.