El PSOE teme que el anuncio de Quim Torra de convocar elecciones en Cataluña una vez se hayan aprobado los primeros Presupuestos de la comunidad desde 2017 ponga en peligro la aprobación de las cuentas públicas nacionales, el principal proyecto legislativo del Gobierno y la ... clave para proporcionar a Pedro Sánchez una mínima estabilidad política.
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La ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, insistió este miércoles en que lo que ocurra en la Generalitat no tiene por qué incidir en esa negociación, pero sus palabras se aproximaron más a la expresión de un deseo que a la descripción de una realidad. «Yo espero que los partidos presentes en el Congreso sean conscientes de que lo que nos piden los ciudadanos es trabajar por el interés general, que quieren mejores pensiones y una sanidad pública de calidad», dijo durante una visita a la barriada malagueña de Campanillas, afectada por las inundaciones del fin de semana.
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En la dirección socialista, sin embargo, admiten que un clima de campaña en el que Esquerra Republicana de Catalunya se tendrá que enfrentar a las acusaciones de 'traición' del resto de actores independentistas complica el escenario. Si ya era obvio que la formación de Oriol Junqueras supeditaría su posición respecto a los Presupuestos a los avances que se puedan producir en la mesa de diálogo pactada a raíz de la investidura, y todavía pendiente de constitución, ahora dan por hecho que la presión a la que se verán sometidos será aún mayor.
Así las cosas, en Ferraz cruzan los dedos porque Torra (en realidad, Carles Puigdemont, que es a quien atribuyen la decisión) no mantenga la incertidumbre sobre la fecha de los comicios demasiado tiempo y se incline por convocar en un plazo de tiempo «más o menos inmediato». Si optara por junio, julio o incluso por esperar a que pase el verano, será más difícil que las cuentas estén listas a tiempo. Sánchez se comprometió en un primer momento a sacarlas adelante en el primer trimestre del año pero en su primera entrevista tras la investidura, hace una semana en TVE, ya amplió la ventana hasta el verano.
El análisis que desde Madrid se hace los tiempos coincide también con la posición de los socialistas catalanes, que este miércoles invitaron al presidente del a Generalitat a «no alargar la agonía». El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, argumentó que es evidente que Quim Torra es un presidente «desautorizado» al frente de un Gobierno «atascado», y que lo que toca es «convocar elecciones ya para tener Ejecutivo y tener presupuestos (en Cataluña)». «Una cosa sin la otra –escribió en su cuenta de Twitter– no tiene ningún sentido».
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La paradoja es que «desautorizado» o no, Sánchez mantiene su intención de reunirse con el presidente del Gobierno catalán el jueves de la próxima semana. Montero defendió de nuevo que «no hay ninguna resolución judicial, ni ningún tipo de normativa jurídica que haga o que diga que Torra ha dejado de ser presidente» y adujo que «hay que reunirse con las personas que representan legítimamente las instituciones», ya sea «Torra en Cataluña o Juanma Moreno Bonilla en Andalucía».
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