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Paula De las Heras y Cristian Reino
Madrid | Barcelona
Jueves, 28 de septiembre 2023, 20:16
El PSOE marcó este jueves por primera vez una línea roja clara en la negociación con los secesionistas para la investidura de Pedro Sánchez. O todo lo clara que se podía esperar, dada la calculada ambigüedad en la que lleva moviéndose las últimas semanas. Después ... de que Junts y ERC acordaran mano a mano supeditar su apoyo a la reelección del presidente del Gobierno en funciones a que adquiera un compromiso «para hacer efectivas las condiciones para la celebración del referéndum», los socialistas emitieron un comunicado de respuesta con una frase clave: «Por ese camino no hay avance posible».
En realidad, en el comunicado, suscrito de manera conjunta por el PSOE y el PSC, no se menciona de manera expresa el referéndum, del mismo modo que ni Sánchez ni nadie en el núcleo duro de su partido ha dicho hasta ahora abiertamente que haya disposición a conceder una amnistía a los encausados del 'procés. Pero todas sus declaraciones públicas apuntan a que así es. E igualmente, en este caso, de sus palabras cabe deducir que no hablarán sobre una consulta para la autodeterminación.
«El PSOE y el PSC reiteran su voluntad de apostar por el diálogo como la única forma de garantizar el progreso y la convivencia en Cataluña. Un diálogo que ha de servir para superar la división – alegan en el texto– y no para profundizar en la ruptura y la discordia que tanta tensión generó de forma estéril en Cataluña y en el resto de España».
El pie en pared de los socialisas llega después de dos jornadas en las que, el actual candidato a la investidura, Alberto Núñez Feijóo, ha martilleado desde la tribuna del Congreso con la idea de que si Sánchez es presidente será porque no tiene «principios» y de que si él no llega a la Moncloa es únicamente porque los tiene, convirtiendo la oposición a la amnistía en un ariete. El jefe del Ejecutivo rehuyó el debate y delegó la contestación en el diputado Óscar Puente, de perfil un tanto pendenciero. Pero con el listón del secesionismo situado en otro nivel y a pocas horas de que en la Cámara vuelva a discutir y votar la candidatura, previsiblemente fallida, del líder del PP, prefirió zanjar elucubraciones.
El acuerdo de Junts y ERC está plasmado en una resolución que se sometera este viernes al Parlament en el último día del debate de política general celebrado esta semana en Cataluña. La moción viene a expresar más o menos lo que el presidente de la Generalitat exigió a Sánchez en el inicio del debate: que se comprometa a pactar antes de 2027 las «condiciones» para realizar un referéndum. Lo relevante es que por primera vez, desde el 23-J, ERC y Junts se han puesto de acuerdo para sumar fuerzas en la negociación para la investidura, lo que complica la situación a Pedro Sánchez. Junts ha arrastrado a ERC, que al principio de las conversaciones mostraba una posición más flexible y no tan de máximos como los junteros.
Los independentistas, incluida la CUP, también han pactado un texto sobre la amnistía que reclama sin ambages aprobar una ley. No dice, eso sí, si tiene que estar en vigor antes de la investidura, como reclama Carles Puigdemont. La moción defiende «dejar sin efecto aquello que se había tipificado como infracción penal o administrativa en relación a la defensa del ejercicio del derecho a la autodeterminación». Insta además al Govern y a las instituciones catalanas a sumarse al «esfuerzo colectivo» para aprobar la norma.
El texto, registrado por las tres fuerzas secesionistas con mayoría absoluta en el Parlament y casi fuera de plazo, debido a las dificultades para pulir sus discrepancias, parte de la proposición de ley que en 2020 los independentistas trataron de tramitar en el Congreso pero que la Mesa impidió. Y exige realizar las «acciones necesarias para que se incluyan todas las personas represaliadas por motivos políticos en esta causa y en defensa de derechos y libertades en el contexto de conflicto social y político con el Estado español».
De momento, ya se sabe que el PSC votará en contra de todas las resoluciones de los nacionalistas. Se especulaba con que los socialistas podían al menos abstenerse como un gesto en plenas negociaciones para la investidura, pero no será así. Fuentes de Junts, restaron importancia a la decisión. Oriol Junqueras, en cambio, lanzó una velada amenaza. «El PSOE sabrá si le conviene o no en términos de investidura del candidato español», dijo.
ERC y Junts se marcan tan de cerca que necesitan días para acordar una resolución parlamentaria. Ambos están de acuerdo en que el Estado debe amnistiar a los encausados del 'procés' y en que Cataluña celebre un referéndum. Pero hasta ahí llegan las coincidencias. Ni están de acuerdo en quién debe liderar las negociaciones para la medida de gracia ni quién debe pilotar la resolución del conflicto. Y esa competición les está llevando a una espiral alcista.
Cada uno negocia por su cuenta. La labor de los socialistas, según fuentes independentistas, será cerrar un acuerdo con cada uno y luego hacer una síntesis con las dos leyes de amnistía que se hayan pactado. Días atrás, Esquerra mantenía que la amnistía había que darla por descontada, que solo quedaban cuestiones técnicas. Puigdemont se desmarcó. «No me siento concernido por lo que ERC diga, pacte o deje de pactar», avisó.
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