Al igual que el año pasado, Felipe VI eligió el Salón de Audiencias del Palacio de la Zarzuela para pronunciar el tradicional Mensaje de Navidad. Una sala que suele usarse para acontecimientos solemnes como la jura de los ministros, del presidente del Gobierno ... o de los magistrados del Tribunal Constitucional.
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Durante la alocución, el monarca estuvo rodeado por las banderas de España y de la Unión Europea; un Misterio con el nacimiento del Niño Jesús, la Virgen María y San José, de la colección privada; y, sobre una de las consolas del salón, la fotografía de la Lectura de la Constitución Española el 31 de octubre en la sede del Instituto Cervantes del Rey junto a la Princesa de Asturias, que lee desde el atril el artículo 1 de la Constitución.
En este tipo de actos ningún detalle se deja al azar. Desde Casa Real llevan trabajando meses en este discurso, que no solo incluye las palabras que pronuncia el Rey. También tienen especial cuidado y detalle con los libros que aparecen de fondo.
En esta ocasión se pudo observar, sobre la consola del fondo de la sala, un volumen histórico de 'La Insigne Orden del Toisón de Oro' (Edición de 1.996, de Patrimonio Nacional), distinción que el monarca impuso sobre la princesa Leonor el pasado 30 de enero.
También otro volumen sobre los 'Reyes de España en la Filatelia', (Edición de 2.018, colaboración conjunta del Grupo Correos y la Real Academia de la Historia, publicado con motivo del 50 Aniversario de S. M. el Rey); un libro sobre 'La Real y Distinguida Orden Española de Carlos III' (Edición de Presidencia del Gobierno, en colaboración de la Real Casa de la Moneda y el Boletín Oficial del Estado), un monarca que ya estuvo presente el año pasado en forma de cuadro, y que es uno de los favoritos del actual monarca.
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Los cuadros que acompañaron al discurso son los habituales en el Salón de Audiencias. Más concretamente, varias obras del pintor italiano del siglo XVIII Corrado Giaquinto, pertenecientes a Patrimonio Nacional. Ambas son alegorías sobre temas de la Mitología clásica.
En su estreno navideño, en 2014, el Rey eligió una sala del Palacio de la Zarzuela y un año después, en 2015, se trasladó al Salón del Trono del Palacio Real de Madrid para lanzar su mensaje de Navidad, una novedad que suscitó opiniones encontradas. En esta ocasión, repitió escenario en el Salón de Audiencias.
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