Manifestación convocada este domingo en la plaza Sant Jaume de Barcelona. EP

ERC y Junts acuerdan la investidura y un gobierno de coalición

Las dos formaciones acuerdan un ejecutivo de corte independentista que fija como objetivo avanzar hacia la secesión

Cristian reino

Barcelona

Lunes, 17 de mayo 2021

Tres meses después de las elecciones y poco más de una semana para que se agote el plazo, ERC y Junts han anunciado esta mañana un principio de acuerdo para desencallar la investidura. El pacto incluye el compromiso para elegir a Pere Aragonès como presidente ... de la Generalitat y también lleva aparejado el compromiso para formar un gobierno de coalición entre las dos fuerzas secesionistas y evitar la repetición electoral. Aragonès será investido previsiblemente este viernes, según fuentes independentistas, si alcanza la mayoría absoluta en la primera ronda. Solo falta el sí definitivo de la CUP y que la militancia de Junts avale el pacto. Cataluña lleva sin presidente de la Generalitat desde el mes de septiembre en que fue inhabilitado Quim Torra por un delito de desobediencia. La CUP y los comunes también habían negociado para entrar en el Govern, pero finalmente será un ejecutivo a dos, como hasta la fecha. Aragonès será el presidente y la segunda pieza clave del Govern será Elsa Artadi como vicepresidenta y consejera de Economía. Esta es una cesión por parte de Esquerra, que había presentado su ejecutivo como independentista y de izquierdas y con Artadi, del ala liberal de Junts, al frente de Economía le costará venderlo como progresista. Artadi ya fue consejera de Presidencia y portavoz antes de presentarse a las elecciones municipales de Barcelona.

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Pere Aragonès candidato a la presidencia, y Jordi Sànchez, secretario general de Junts, han comparecido esta tarde para dar los detalles del pacto. El objetivo del Govern según señalan, es avanzar hacia la independencia. «Tenemos un acuerdo para poner en marcha la nueva Generalitat republicana», ha apuntado. «Tendremos un gobierno fuerte, cohesionado y con energías renovadas», ha añadido. El independentismo da dos años de margen a la mesa de diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat. Tras esos dos años, y si la mesa fracasa o no avanza de acuerdo a las expectativas del soberanismo, las fuerzas secesionistas evaluarán si hay que dar el diálogo por concluido o si debe continuar. El futuro presidente de la Generalitat ha afirmado no obstante que el independentismo a través de la «confrontación cívica» contra el Estado debe forzar al Gobierno para conseguir los objetivos de la autodeterminación y la amnistía. «Queremos negociar con el Estado», según Aragonès. Pero si la mesa no funciona, «no renunciarán» a sus principios. «Hay que tener toda la fortaleza para poder seguir avanzando hacia la independencia», ha señalado. «Hay compromiso para dar una oportunidad al diálogo», ha dicho Sànchez. «Seremos leales» con la mesa. Pero «determinados» para trabajar desde el primer día para el día en que el Estado no responda se pueda hacer viable» el ejercicio de la autodeterminación», ha rematado.

Uno de los puntos que impedían desencallar la investidura era el papel del Consejo para la República, la entidad privada que dirige Carles Puigdemont y desde la que manejaba los hilos del independentismo en la pasada legislatura. ERC se ha negado por activa y por pasiva a que Puigdemont siguiera «tutelando» al presidente de la Generalitat. Ante la falta de acuerdo, han optado por una decisión salomónica y dejan para más adelante, cuando reformulen el ente de Waterloo, decidir sobre el rol que debe asumir. La estrategia independentista sí que se decidirá en un espacio común integrado por los cinco principales actores del secesionismo: ERC, Junts, la CUP, la ANC y Òmnium. Desde la coordinación y el consenso, han expresado, con el Consejo para la República.

Los dos partidos han llegado a un preacuerdo este fin de semana después de dos reuniones entre el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, y el coordinador Nacional de ERC y candidato a la investidura, Pere Aragonés, según han anunciado ambos partidos en un comunicado conjunto.

El acuerdo incluye un pacto para un gobierno de coalición

Lo que sí han dejado claro y eso supone una rectificación por parte de ERC es que el acuerdo incluye un pacto para formar un gobierno de coalición, la fórmula que ha funcionado hasta ahora y que ha provocado continuos choques entre los dos socios independentistas. En enero de 2020, el entonces presidente de la Generalitat, Quim Torra, anunció el fin de la legislatura por la ruptura de la confianza entre ambos socios. Desde entonces, el Govern permanece de manera interina. El sábado 8 de mayo, tras el bloqueo de las negociaciones, Aragonès dio un puñetazo en la mesa y anunció que ERC solo negociaría la investidura y mostró su intención de gobernar en solitario. Inició además conversaciones con la CUP y los comunes. Junts, en cambio, afirmó que solo apoyaría la investidura de Aragonès si había pacto para formar gobierno. De hecho, ya hace 10 días que ambas formaciones daban por cerrado el acuerdo. ERC ha accedido a que Junts entre al Govern. El reparto de carteras será al 50-50 y será paritario. ERC tendrá la presidencia de la Generalitat y las consejerías de la Presidencia, Educación, Interior, Cultura, Acción Climática, Empresa y Feminismo. Junts, en cambio, asumirá Economía, Salud, Universidad e Investigación, Digital e Infraestructuras, Acción Exterior y Justicia.

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El futuro Govern se pone como objetivo avanzar hacia la independencia

Ambos partidos han pedido «disculpas» al electorado por haber alargado tanto el cierre de acuerdo y se comprometen a construir un gobierno que busque «reconstruir la confianza con la ciudadanía de Cataluña, la máxima confianza entre socios y con la colaboración y trabajo conjunto con la CUP». «El objetivo no es otro que servir al país y su gente de la mejor manera posible, gobernar para todos y al mismo tiempo poder avanzar hacia el objetivo común de la independencia en forma de República Catalana», rematan en el comunicado. El pacto llega tras los últimos pronunciamientos de la ANC y Òmnium, que han presionado para que los partidos se pusieran de acuerdo.

Tras el acuerdo, la presidenta de la Cámara catalana, Laura Borràs, iniciará en breve la ronda de contactos para proponer de nuevo a Pere Aragonès como candidato.

Las prioridades

ERC y Junts han necesitado tres meses para cerrar un acuerdo de gobierno en el que repiten los mismo socios de los últimos seis años. Estas son las bases del pacto.

Carteras: Como hasta ahora, ERC_y Junts se reparten las áreas del ejecutivo a partes iguales. Siete consejerías para cada uno. ERC_asume Presidencia, Interior, Cultura, Educación, Empresa y Trabajo, Feminismos e Igualdad y Acción Climática. Junts tendrá la vicepresidencia, con los departamentos de Economía y Hacienda, así como Salud, Políticas Digitales, Derechos Sociales, Investigación y Universidades, Justicia y Acción Exterior.

Madrid: Esquerra y Junts se conjuran por que haya unidad de acción de los grupos parlamentarios en Madrid, especialmente en los asuntos de calado como los Presupuestos Generales. Pero ya avanzan que si no consiguen consensuar la posición, cada partido tendrá autonomía.

Estrategia independentista: Era el gran escollo de la negociación. ERC y Junts han acordado apostar por la mesa de diálogo con el Gobierno, a la que dan dos años de margen. En paralelo, afirman que trabajan en la «confrontación» para forzar al Estado. Si la mesa encalla y el Gobierno no da una respuesta sobre la autodeterminación y la amnistía, los independentistas amagan con celebrar un nuevo referéndum.

Consejo para la República: Este era otro de los puntos calientes de las conversaciones. Ambas formaciones aseguran que el presidente de la Generalitat no tendrá ninguna «tutela» por parte del organismo que dirige Puigdemont desde Waterloo. ERC_y Junts han pactado crear un espacio de coordinación de la estrategia secesionista, integrada por los tres partidos independentistas, la ANC y Òmnium. Es ahí donde debería fijarse la estrategia a seguir en la mesa de diálogo y donde debería acordarse qué hacer si la negociación con el Gobierno no avanza. Trabajará en paralelo al Consejo de Puigdemont, que será reformulado y no asumirá el liderazgo de la hoja de ruta.

Plan de gobierno: Aragonès define a su ejecutivo como la «nueva Generalitat republicana». Nacerá con cuatro ejes: agenda transformadora, lucha contra la crisis social y económica, combatir la desigualdad y avanzar hacia la independencia.

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