El presidente y el primer ministro marroquí hablan de flujos migratorios

En la agenda del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su participación en la Asamblea General de Naciones Unidas también hubo hueco para reunirse este martes con el primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, con quien abordó entre otras cuestiones la gestión de los flujos migratorios entre ambos países y la organización del Mundial de fútbol de 2030, que según ambos «será todo un éxito». Los dos políticos asisten estos días en Nueva York a las reuniones anuales de la ONU.

Sánchez y el primer ministro marroquí se vieron por última vez el pasado febrero, cuando el presidente viajó a Rabat para reunirse con el rey Mohamed VI. Según señaló el jefe del Ejecutivo español en la red social X, durante este último encuentro ambos dirigentes constataron «el magnífico estado de las relaciones bilaterales, las mejores en décadas».

«Hemos abordado la gestión de flujos migratorios y la apuesta por una migración ordenada y segura», añadió el presidente del Gobierno pero sin entrar en más detalles. Su reunión se produjo apenas dos semanas después de que las fuerzas de seguridad marroquíes impidieran la llegada masiva de inmigrantes a Ceuta tras una campaña en redes sociales animando a cruzar la frontera hacia la ciudad autónoma. Desde el Ejecutivo español se puso entonces en valor la actuación del país vecino.

El Gobierno marroquí ha informado de la detención de más de 150 personas por incitar a la inmigración ilegal hacia España. Durante agosto, según su Ministerio del Interior, se impidieron 11.300 intentos de llegadas de migrantes a Ceuta y otros 3.300 a Melilla.

Fuentes de Moncloa, no obstante, han indicado a Europa Press que la apertura de la aduana de Ceuta y Melilla no ha figurado en la agenda del encuentro. La reapertura de la aduana de Melilla, cerrada unilateralmente por Marruecos en agosto de 2018, y la apertura de una nueva en Ceuta figuran el la 'hoja de ruta' pactada en abril de 2022 tras el encuentro entre Sánchez y Mohamed VI con el que se puso fin a la crisis diplomática gracias al respaldo del Gobierno al plan de autonomía marroquí para el Sáhara.

Tras la realización de tres pruebas piloto de expedición de mercancías en ambas ciudades autónomas, la apertura definitiva está a la espera del visto bueno de Marruecos, que alegó problemas técnicos aún por resolver el pasado diciembre durante el encuentro entre los ministros de Exteriores en Rabat. Por el momento, sigue sin haber una fecha prevista.

Por otra parte, Sánchez también mantuvo un encuentro con el rey Abdala II de Jordania, a quien trasladó su «profunda preocupación ante el riesgo de escalada regional» por el recrudecimiento de los enfrentamientos entre Israel y el partido-milicia chií libanés Hezbolá.

«La voz euroárabe a favor de la solución de dos Estados debe ser escuchada también en Naciones Unidas», sostuvo el presidente del Gobierno. En este sentido, hizo «de nuevo un llamamiento a todos los actores para alcanzar un alto el fuego que permita la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes y el acceso de la ayuda humanitaria» a Gaza.

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