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Como viene siendo habitual cada vez que un suceso provoca una emergencia, las consecuencias de la tormenta Filomena generaron un cruce de críticas políticas a todos los niveles administrativos: ayuntamientos, comunidades autónomas y Gobierno. Desde el Partido Popular recriminaron al presidente, Pedro Sánchez, haber estado « ... desaparecido» durante toda la crisis y reaparecer este domingo «para hacerse la foto», «Ni rastro de Sánchez el sábado. Tampoco el viernes, cuando empezaron los problemas. Una vez ha dejado de nevar, reaparece el presidente del Gobierno», escribió en su cuenta de Twitter el vicesecretario de Comunicación de los populares, Pablo Montesinos. «Solo le faltó decir: hemos vencido a Filomena», apostilló Jaime de Olano, vicesecretario nacional de Participación.
Las criticas provocaron que el ministro de Transportes y uno de los hombres más cercanos a Sánchez, José Luis Ábalos, saliera en defensa del presidente asegurando que «ha estado presente todo el tiempo» y que ha sido él quien «ha decidido la operatividad». Pero no se frenó ahí y pasó a la carga pidiendo a los dirigentes populares que hicieran «autocrítica». «El PP no debe estar gestionando nada en ninguna parte. No es el momento para enfrentamientos», les afeó durante la rueda de prensa convocada este sábado tras la reunión del Comité Estatal de Coordinación y Dirección del sistema nacional de Protección Civil para evaluar los efectos del temporal, en la que también participaron el propio Sánchez y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Sin embargo, el alcalde de Madrid, una de las ciudades más afectadas por el temporal, José Luis Martínez Almeida, se desmarcó tajantemente de esta polémica y declaró horas más tarde estar «satisfecho» por la ayuda prestada por Sánchez. «La colaboración de la UME ha funcionado para despejar el acceso a los hospitales y las calles principales de la ciudad», zanjó el regidor.
Unidas Podemos se sumó a la bronca aunque, en su caso, para cargar una vez más contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a la que responsabilizan -junto a la empresa eléctrica Naturgy- por la situación que se vive en la Cañada Real, el asentamiento irregular más grande de Europa, en el que sus vecinos llevan desde octubre sin luz y están padeciendo con especial crudeza las bajas temperaturas. «Parece que Díaz Ayuso quiere echar a las personas que viven en la Cañada Real, pero estas son sus casas y se necesita una solución urgente. La situación es inasumible, inhumana, ningún ser humano soporta este frío», afirmó este domingo la portavoz de la formación morada, Isa Serra.
Díaz Ayuso, por su parte, ha tratado de mitigar la situación habilitando en el Sector IV de la Cañada Real una antigua fábrica de muebles y un polideportivo en Vallecas para personas que lo necesitan. También se ha puesto en disposición de personas sin techo en distintos municipios de la Comunidad instalaciones, tanto en Boadilla como en Pinto o Valdemoro. Medidas que desde la vicepresidencia segunda, que dirige Pablo Iglesias, se consideran «insuficientes» y piden el despliegue de la UME en la zona.
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