Militares ucranianos vigilan la zona en Irpin. AFP

Policía y CNI vigilan la presencia de milicianos españoles en Ucrania

La Audiencia Nacional ya desbarató en 2015 una operación de Interior contra 11 voluntarios que combatieron con los prorrusos en el Donbass al no ver delito

Mateo Balín

Madrid

Lunes, 14 de marzo 2022

La Comisaría General de Información de la Policía y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) vigilan el desplazamiento de ciudadanos españoles a Ucrania para formar parte de grupos paramilitares. Desde los servicios de seguridad son conscientes que con el comienzo de la «operación especial» rusa ... en la región del Donbass se ha producido un «efecto llamada» para los voluntarios que se integran en milicias populares de ambos bandos, señalan las fuentes jurídicas consultadas.

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En esta lista se incluyen nacionales españoles con experiencia militar o idealistas que se mueven por una cuestión meramente ideológica. Este es el caso de Miguel, un joven de 23 años oriundo de Tarragona que se ha enrolado en las filas del batallón ultranacionalista ucraniano Azov tras una semana de entrenamiento «intenso». «Mi intención es parar a Rusia y defender al pueblo ucraniano. Que deje de comerse el este (de Europa)», declaró el sábado desde Kiev este combatiente, bautizado como «El conquistador», al enviado especial de este periódico.

Con las cautelas propias de la guerra de la desinformación, el Ministerio de Exteriores ucraniano ha cuantificado en 22.000 hombres de 52 países el número de brigadistas llegados desde el inicio de la invasión. Sobre todo desde el llamamiento del presidente Volodimir Zelenski para luchar «codo con codo contra los criminales de guerra rusos». Para ello se han habilitado puntos de información en sus sedes diplomáticas en el extranjero para facilitar el desplazamiento.

Conscientes de la avalancha de milicianos llegados a Ucrania, el presidente ruso Vladímir Putin respondió el pasado viernes al expresar su respaldo a los «voluntarios» que quieran llegar al Donbass para ayudar a la población rusófona. Su cometido se enmarca en un «movimiento de liberación» y, según afirmó Putin, se han recibido ya 16.000 solicitudes, la mayoría de ciudadanos de países de Oriente Próximo que combatieron en su momento contra el Daesh en Siria e Irak.

El trabajo de campo de los servicios de información españoles consiste en monitorizar la entrada a territorio ucraniano de estos milicianos con la ayuda de las autoridades de los países fronterizos (Polonia, Eslovaquia, Hungría y Rumanía) y hacer un seguimiento pormenorizado en sus perfiles de redes sociales y foros de acceso restringido, donde suelen colgar fotos y vídeos de sus andanzas en el frente de guerra.

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Operación Danko

Este cometido no es nuevo, ya que tras la anexión rusa de Crimea en 2014 la Policía puso en marcha una operación, bautizada como Danko, para tratar de poner coto a este fenómeno emergente de españoles que viajaron a Ucrania. Estos combatieron fundamentalmente al lado de los grupos separatistas prorrusos y la intención del Ministerio del Interior era advertirles de las consecuencias penales de sus actos.

Así, la madrugada del 27 de febrero de 2015 fueron detenidos ocho de los 11 acusados en Gijón, Cartagena, Barcelona, Cáceres, Pamplona, Alcorcón y Madrid. La operación comandada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional -tribunal competente para investigar los delitos cometidos por españoles en el extranjero- les imputó la presunta comisión de cooperación o complicidad en asesinatos y homicidios y tenencia y depósito de armas.

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Estas actividades pueden ser constitutivas de delitos que comprometan la paz o la independencia del Estado, al tratarse de españoles que, al participar en el conflicto armado, violentan la neutralidad que su país ha de mantener en relación con la comunidad internacional. El Código Penal lo castiga con penas de entre cuatro y ocho años de cárcel.

Sin embargo, en una auto de octubre siguiente, el juez Santiago Pedraz -con el criterio favorable de la Fiscalía- archivó la causa al no haber resultado «debidamente acreditado» que los investigados hubieran combatido en Ucrania más allá de la posesión de armas de guerra exhibidas en fotos y vídeos incautados en los registros. Por lo tanto, la operación del Ministerio del Interior quedó desbaratada.

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Uno de los investigados fue Rafael M., madrileño de 27 años entonces y trabajador social, quien vendió su coche para desplazarse en agosto de 2014 a Ucrania. Allí se unió al Batallón Vostok, la milicia prorrusa más violenta y temida que estaba bajo las órdenes de Igor Strelkov, jefe de las Fuerzas Armadas de la República Popular de Donetsk. Militante de las juventudes comunistas, Muñoz estuvo acompañado por el murciano Ángel D. y el madrileño Sergio B., entre otros.

España necesita invertir 6.500 millones más al año en gasto militar para cumplir con la OTAN

La invasión rusa de Ucrania ha hecho saltar las alarmas de los países europeos y revisar de nuevo lo que gastan en Defensa. La OTAN lleva años reclamando a sus miembros europeos que aumenten el gasto militar sin éxito. Pero el anuncio del canciller socialdemócrata de Alemania de duplicar su presupuesto hasta los 100.000 millones de euros marca un nuevo camino al resto de socios. ¿Seguirá España el ejemplo? Este viernes, tras la reunión de urgencia de la UE en Versalles, Pedro Sánchez anunció un aumento del gasto militar para reforzar «la política exterior y de seguridad común». Sin embargo, la intención del Gobierno se mantiene en contribuir a la OTAN con el 1,2% del PIB en 2024 frente al 2% suscrito hace ocho años en la Cumbre de Cardiff. A día de hoy, España no supera el 1,16%.

La partida para Defensa en los Presupuestos Generales de 2022 es de 10.152 millones, un 7,9% más. Pero para cumplir con la OTAN España necesitaría destinar 6.500 millones adicionales al año. Una cuantía que equivale a la inversión destinada a la revalorización de las pensiones para este curso o que supera en 900 millones el presupuesto destinado al Ministerio de Educación

En suma, nuestro país está en el furgón de cola de la OTAN en porcentaje de gasto militar sobre el PIB. Ocupamos el puesto 27 de los 30 países, solo por delante de Bélgica, Luxemburgo y Montenegro. No obstante, en términos totales es el séptimo contribuyente y el quinto en presencia de efectivos en las misiones.

A la cabeza del gasto militar está Estados Unidos, que invierte un 3,8% de su PIB (811.140 millones). Unos 2.224 dólares al año por habitante, seis veces más que España, que gasta 368 dólares. Grecia y Reino Unido completan los tres primeros puestos de la lista. Además, Francia, Alemania o Reino Unido gastan casi el triple que España en Defensa e Italia también nos supera, según datos del instituto sueco Sipri.

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