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Podemos ha retomado este viernes su tercera Asamblea Ciudadana, prevista para el pasado 21 de marzo pero que fue aplazada por la epidemia de coronavirus, con la apertura de votaciones telemáticas hasta el próximo jueves. En esta ocasión, y con el partido en ... el Gobierno de coalición, Pablo Iglesias spera zanjar el debate sobre su posible sucesión siendo reelegido como líder de la formación. Un resultado que se dará a conocer el próximo 22 de mayo.
Seis años después de su fundación, los morados encaran Vistalegre 3 –conocido así popularmente por se el recinto donde se celebraron los dos anteriores asambleas– de la forma más plácida posible, sin voces críticas tras la salida de la facción de Anticapitalistas y de Teresa Rodríguez el pasado mes de marzo
Iglesias solo tendrá esta vez un competidor a la candidatura que encabeza, la de Fernando Barredo, que ya compitió en la II Asamblea Ciudadana, celebrada en 2017, con unos resultados irrelevantes. Nadie más logró obtener los avales necesarios para discutir a la actual dirección.
El vicepresidente segundo del Gobierno aprovechará este congreso para integrar en su dirección a nuevos diputados y a rostros que en los últimos años han ido ganado peso en Podemos pero que, sin embargo, no tenían asiento en el Consejo Ciudadano. Es el caso de la portavoz en la Asamblea de Madrid, Isa Serra; el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens; o el jefe de gabinete de Iglesias en la Vicepresidencia segunda del Gobierno, el exJEMAD Julio Rodríguez.
Su propuesta también plantea la reforma del Código Ético del partido para acabar con la limitación actual que impide ostentar más de un cargo interno y otro público. Algo que afecta de lleno al propio Iglesias, ya que conserva su escaño de diputado. También se propone que los mandatos internos, incluido el suyo, puedan durar más de los doce años fijados ahora como límite.
Más polémica es la eliminación de los tres Salarios Mínimos Interprofesionales (SMI) como medida para limitar los sueldos de los miembros de Podemos, que la formación morada lleva aplicándose y que ha sido una de sus señas de identidad desde su nacimiento en enero de 2014 y viene heredada del 15-M.
A partir de ahora, como propone la candidatura de Iglesias, los cargos de Podemos seguirán donando parte de sus sueldos, pero la cantidad ya no estará determinada por esta medida de los tres SMI, sino por un sistema de porcentajes, que variará «en función de las responsabilidades asumidas», como figura expresamente en la propuesta.
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