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La semana clave para la aprobación de la ley de vivienda comienza con una nueva división en el Gobierno de coalición. Pese a que PSOE y Unidas Podemos se felicitaban hace dos semanas por el acuerdo alcanzado junto a Esquerra y EHBildu, tras la negociación ... más disputada y larga de la legislatura, este domingo la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, pidió a los socialistas «aprovechar los últimos días» antes de la aprobación definitiva en el Congreso de la norma para incluir en la misma la regulación de los pisos turísticos. La secretaria general de los morados, que se encontraba en Sevilla para visitar la Feria de Abril, insinuó que esta exigencia de última hora viene dada por posibles brechas en el borrador:«La patronal, los grandes propietarios, van a utilizar cualquier refugio, cualquier pequeño matiz para tratar de incumplir la ley».
La propuesta choca, en principio, con la hoja de ruta del PSOE. En Ferraz han detectado que la vivienda será clave en los comicios municipales y autonómicos del 28 de mayo, y contaban con tener lista antes de la campaña esta norma. Además, confiaban en haber silenciado el ruido en el Consejo de Ministros tras la reforma, el pasado jueves, de la ley del 'solo sí es sí', que partió en dos a la coalición en su votación en el Congreso. En una entrevista publicada el domingo en este periódico, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, fue tajante al respecto, y negó que se vaya a añadir esta regulación de pisos turísticos que ahora piden sus socios «porque esa es una materia competencia de las comunidades autónomas». «Algunas ya han aprobado legislaciones en este sentido», zanjó.
Ambas formaciones han iniciado una carrera por tratar de arrogarse la paternidad de las medidas que contiene la ley de vivienda y presentarse así ante el electorado como los ideólogos de la misma. El presidente del Gobierno,Pedro Sánchez, a golpe de BOE, anunció hace una semana su intención de movilizar 50.000 viviendas de la Sareb para alquiler asequible y el miércoles, de financiar la construcción de otras 43.000 casas con idéntico fin. Una estimación enfriada posteriormente por la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, que rebajó a solo 9.000 los inmuebles del 'banco malo' que están listos para entrar a vivir.
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Miguel Ángel Alfonso
Este domingo, en un mitin del PSOE en Fuenlabrada –en el que intervino horas antes de participar, en Oporto, en el 50 aniversario de los socialistas portugueses– el jefe del Ejecutivo volvió a insistir en que las políticas de vivienda, como las de pensiones, la reforma laboral, las medidas educativas o el refuerzo de la sanidad pública, tienen «el sello de los socialistas».
Desde Podemos describen esa realidad a través de una óptica distinta. Belarra defendió que, de no ser por la participación de los morados en el Gobierno de coalición, «no habría habido ley de vivienda». «Necesitamos un Podemos fuerte que gobierne, que regule los precios del alquiler», señaló la ministra, antes de retar de nuevo al PSOE a «aprovechar hasta el último minuto de la legislatura». «Tenemos de aquí hasta el jueves para hacerlo y confío en que el PSOE de una respuesta afirmativa», reiteró.
En medio de esta pugna, Sánchez orientó sus críticas no a su socio de coalición, sino al Partido Popular, a quienes acusó de percibir la vivienda «como un bien de lujo», mientras la izquierda, afirmó, la considera «un bien de primera necesidad». El jefe del Ejecutivo se presentó ante la militancia del PS portugués y ante el primer ministro del país vecino, Antonio Costa, en el papel de líder de la Internacional Socialista. Allí confrontó los dos modelos que, como expresó, dan respuesta a la crisis:el de «la austeridad», por un lado, y el de su partido, «con la convicción de que el precio de la crisis no lo paguen los mismos de siempre».
El otro mensaje que centra la precampaña de socialistas y morados, también orientado a minar el crédito del PP, es el de la regulación de los regadíos en el Parque Natural de Doñana, que la Junta de Andalucía aprobó hace un par de semanas. Belarra definió al presidente Juan Manuel Moreno como «el Bolsonaro andaluz» y le instó a a «rectificar y reconocer su error». La secretaria general de Podemos cree que el barón de los populares «ha intentado hacerse pasar por moderado» cuando, a su juicio, «representa al Partido Popular más extremista».
En Oporto y expresándose en inglés durante toda su intervención, Sánchez criticó la «arrogancia de los que denuncian el cambio climático» pero que «amenazan un tesoro natural» como Doñana. También recordó que España y Portugal, por su localización geográfica, están «altamente expuestas» al impacto del calentamiento global y más aún, añadió, ante la amenaza de sequía.
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