Podemos intensifica su reivindicación por obtener ministerios y choca con Colau

Así se expresó el coportavoz de Podemos Pablo Fernández, una de las pocas voces de los morados que valoró a lo largo de la jornada el acuerdo entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. En medio del silencio de los suyos, eligió para ello Canal Red, la televisión dirigida por Pablo Iglesias. «Echo de menos cuestiones importantes», zanjó el político leonés, antes de señalar que el «nudo gordiano» no es tanto lo que se recoja en el documento sino «la capacidad de llevarlo a la praxis». Para ello, Fernández defiende que la permanencia de sus compañeras Ione Belarra e Irene Montero en el Consejo de Ministros «garantizará que hay valentía y pelea» para que los socialistas «cumplan el pacto».

Mientras Díaz y Sánchez firmaban el programa de coalición, Montero se encontraba en Bruselas, en el debate general organizado por el Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE). Allí la ministra de Igualdad en funciones evitó dar su opinión al respecto y dijo no conocer la letra pequeña del acuerdo contradiciendo al mismo tiempo al portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, y al propio Fernández, que un día antes pidió «revaluar» el pacto para convertirlo en «más ambicioso» tras confirmar que conocían de primera mano su contenido, 24 horas antes de que fuera presentado de forma oficial.

Ante esta acogida, desde otras organizaciones que forman parte del grupo parlamentario elevaron el tono. La propia Colau llamó al partido liderado por Belarra a cumplir con el pacto alcanzado entre Sumar y PSOE. La exalcaldesea de Barcelona considera que si los morados no cumplen con las cláusulas a las que se comprometieron cuando se integraron en la coalición de izquierda ante el 23-J «tampoco tendrán todo el retorno que tienen en materia económica». Y añadió que la gente no les pide peleas, sino «ir juntos» con el resto de fuerzas políticas.

Podemos no hizo esperar su respuesta. Su exdiputado Pedro Honrubia, que fue portavoz de Política Territorial la pasada legislatura, acusó a Sumar de ejercer un «estilo siciliano» por las declaraciones de Colau. «Las amenazas se las pueden meter por donde yo les diga», escribió en sus redes sociales.

El único miembro de Podemos presente en el acto celebrado en el Museo Reina Sofía fue Nacho Álvarez, que pertenece a la ejecutiva morada y es, como secretario de Estado de Derechos Sociales, la mano derecha de Belarra en su ministerio. Su caso resulta tan paradójico que ha llegado a ser calificado como de «doble militancia». El economista madrileño fue fichado por Díaz antes de la campaña del 23-J para ponerse al frente del área en la la plataforma. Un movimiento que, al igual que sucedió con Alejandra Jacinto -que dejó la política el 2 de octubre- cuando asumió Vivienda en Sumar, despertó no pocos recelos entre los suyos.

Si bien es cierto que Álvarez cierra filas con su secretaria general en su posicionamiento sobre la crisis en Oriente Próximo o la guerra en Ucrania, se ha distanciado de Podemos al ser el encargado de negociar en nombre de Sumar con la ministra socialista María Jesús Montero el acuerdo anunciado este martes. El pacto que no termina de convencer a sus propios compañeros de partido.