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García Egea conversa con Casado tras la reunión del comité de dirección del PP. DAVID MUDARRA

Casado hace equilibrios entre su estrategia de oposición y las demandas de sus barones

Los populares evitan aclarar si apoyarían en el Congreso un nuevo estado de alarma para incluir las medidas que reclaman las autonomías

Martes, 19 de enero 2021, 14:10

Las cinco comunidades gobernadas por el PP aguardan expectantes la reunión del Consejo Interterritorial de Salud que abordará mañana flexibilizar los márgenes del toque de queda para que la restricción de la movilidad pueda imponerse, allí donde sea necesario, desde las 20.00 horas e ... incluso antes. Los presidentes autonómicos del PP, con el castellanoleonés Alfonso Fernández Mañueco a la cabeza, han liderado la rebelión de las comunidades contra el Gobierno de Pedro Sánchez al que reclaman más margen de maniobra para gestionar el avance de la pandemia en sus territorios.

Con la tercera ola del coronavirus desbocada, las comunidades quieren poder establecer toques de queda anticipados e incluso decretar confinamientos domiciliarios. Se quejan de que las cifras con las navidades se han disparado pero el instrumento legal es el mismo. De ahí, que pidan al Ejecutivo una modificación del decreto del estado de alarma para adecuarlo a la situación sanitaria actual. Un cambio que, de producirse, necesitaria del aval del Congreso. Y es aquí donde las demandas de los barones territoriales del PP chocan con la estrategia de oposición de Pablo Casado.

Los populares apuestan por un marco de actuación nacional que pasa por aprobar su 'plan b' jurídico de forma urgente, para confinar a las regiones que lo necesiten. Esto es, la modificación de la Ley de Salud Pública de 1986 a la que se comprometió hace meses la vicepresidenta Carmen Calvo, pero que no se ha llegado a sacar del cajón, y que haría innecesario, según defienden en la dirección, un nuevo estado de alarma. «Cualquier medida que se toma pensando en la salud de los ciudadanos tiene nuestro apoyo, como no puede ser de otra manera», aseguró este martes el secretario general, Teodoro García Egea, tras la reunión del comité de dirección.

El número dos de los populares volvió a reclamar un plan único en toda España de lucha contra la covid y «no 17» como existen ahora pero evitó aclarar si llegado el momento apoyarían en la Cámara baja un nuevo decreto que incluyesen las demandas de sus barones. «Si hoy un presidente autonómico tiene que tomar una medida de restricción horaria y no puede tomarla es porque es un fracaso de Sánchez», se limitó a decir García Egea.

Redoblar la presión sobre Illa

Casado se encuentra ante un difícil juego de equilibrios ya que por un lado debe respaldar a sus presidentes autonómicos, de los que ha alabado su gestión desde que en marzo el coronavirus irrumpiese con virulencia, mientras enfrenta a Vox, que le acusa de ser «cómplice» de la ruina del país si apoya un nuevo confinamiento domiciliario. A la espera de que Sanidad decida si hay que modificar o no el decreto, y el PP entonces se vea obligado a mostrar sus cartas, Casado y los suyos concentran sus críticas en Sánchez e Illa.

El líder popular y el resto de cargos de la dirección nacional aseguran cada vez que pueden que el jefe del Ejecutivo «está desaparecido» y se «parapeta» en las comunidades. Los conservadores han solicitado su comparecencia en la Cámara baja para que «dé la cara» ante el «récord» de infectados y fallecidos por el coronavirus. Consideran que está dejando «abandonados» a los sanitarios y a las autonomías. «Está escondido en el búnker mientras otros dan la cara y se juegan la vida», aseveró García Egea.

Los populares también han exigido a Sánchez que saque al titular de Sanidad del Gobierno, candidato del PSC a las elecciones catalanas, «de forma inmediata» porque «no se puede permitir un ministro que está contando votos cuando debería estar contando vacunas». «Necesitamos –insiten– un ministro al cien por cien».

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