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Europa Press
Oviedo
Lunes, 24 de junio 2019, 15:39
Un niño de diez años, Rubén López Rimada, resultó clave en el rescate este domingo del holandés de 64 años que sufrió una caída y quedó atrapado en una grieta en los Picos de Europa, en el municipio asturiano de Cabrales. El pequeño, que había ... madrugado para ir a la montaña junto a su familia, le dijo a sus padres que oía gritos de ayuda.
Nadie más había escuchado al herido, pero su aviso fue fundamental para localizarle. Al final del día, Rubén y su familia, residentes del municipio asturiano de Villaviciosa, visitaron al rescatado en el Hospital del Oriente, en Arriondas, donde fue trasladado.
Sobre las 10:00 horas, el pequeño se había separado en la ruta de sus padres y su hermana para hacer unas fotografías. En ese punto oyó lo que parecían gritos de socorro. «¡Hola, hola!» o «¡Ayudadme!», escuchaba desde lejos. Se lo dijo a su padre y le llevó a la zona donde oía las voces.
Según ha explicado el padre del menor, las voces les generó ciertas dudas porque se oían en intervalos de un minuto y cuando el niño y su padre gritaban nadie les respondía. Pensaron incluso que se trataba de una grabación. Con posterioridad, averiguaron que, con la caída, el hombre había perdido el audífono y no les escuchaba.
Llamaron al 112 Asturias para avisar de lo que ocurría, indicando el lugar, en el canal que sube desde la localidad de Bulnes al Naranjo o Picu Urriellu. Media hora después, llegó un helicóptero con bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias.
Los efectivos comenzaron a rastrear la zona, tanto por tierra como por aire. Finalmente, después de 30 minutos, localizaron lo que parecían señales de luz hechas por una linterna y comprobaron que el hombre se había caído por una grieta. Estaba a unos 800 metros del lugar donde el pequeño Rubén escuchó su petición de ayuda.
El difícil acceso del lugar, la entrada simulaba una chimenea con una boca muy angosta y una pared muy vertical, dificultó el rescate, para el que fue necesario ejecutar cuatro ciclos de grúa, en los que se desplegaron cada vez, entorno a 50 metros de cable. Primero entró un bombero-rescatador y a continuación el médico-rescatador que suministró analgesia al hombre accidentado. A continuación se procedió a su inmovilización colocándole el ferno-ked.
El siguiente paso fue su evacuación, junto al médico-rescatador con el triángulo de rescate. Tras concluir la operación de rescate se evacuó al herido al Hospital Comarcal de Arriondas.
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