La Audiencia Nacional y la Policía investigaban al naufragado Rúa Mar por narcotráfico

Fuentes judiciales confirmaron que la investigación se inició hace unos meses y continúa abierta y bajo secreto de sumario. Por el momento no se han producido detenciones. Según adelantó este viernes el diario Europa Sur, afectaría a otros barcos y también a otras personas sin relación con el Rúa Mar, a las que los agentes habrían realizado seguimientos y pinchazos telefónicos para tratar de confirmar que los narcotraficantes habían conformado una red de barcos pesqueros para introducir la droga en España de forma discreta y eludiendo la presión policial en el Estrecho. No obstante, la prioridad del dispositivo de rastreo sigue siendo localizar el barco hundido, donde se cree que podrían estar los otros cuatro marineros atrapados. Para ello Salvamento Marítimo está empleando un sonar y un robot submarino, que trabajan en una zona acotada y con el problema añadido de que el lecho marino se encuentra a 500 metros de profundidad.

El Rúa Mar, un dedicado al palangre de fondo y con puerto en Barbate, salió el pasado martes a faenar mientras el resto de la flota permanecía amarrada a puerto ante las inclemencias meteorológicas y la mala mar. Un hecho que sorprendió al resto de pescadores, al igual que el hecho de que optaran por acudir a una zona de pesca alejada en vez de quedarse cerca de la costa gaditana. La madrugada del pasado 23 de enero la radiobaliza de emergencia saltó cuando se encontraban a 28 millas del Cabo Espartel, frente a la costa de Marruecos.

Esa alerta sacudió también a los agentes que investigaban al pesquero, que sospechan que el barco pudo acudir a ese punto para cargar la droga. Antes o después de alijar la droga, el pesquero habría sufrido el vuelco tras un golpe de mar, principal hipótesis que se baraja sobre las causas del naufragio dado que las balsas salvavidas fueron localizadas sin abrir y la radiobaliza también tenía intacto el dispositivo de apertura manual, lo que indica lo sorpresivo del vuelco.

Desde ese momento, Salvamento Marítimo y Guardia Civil, así como la Armada y la Gendarmería marroquí, habilitaron un dispositivo de búsqueda de los seis tripulantes por tierra, mar y aire, con la esperanza de hallar supervivientes. Unas expectativas que fueron desapareciendo con el paso de las horas y tras la aparición de dos de los cuerpos sin vida cerca de la costa gaditana. Según confirmaron fuentes de la investigación, correspondían al patrón del pesquero, Antonio Javier Maza, y Óscar Maquera, un marinero de origen peruano pero asentado en España. Ninguno llevaba puesto el chaleco salvavidas.

El juzgado de guardia de Algeciras abrió diligencias, a instancias de los familiares, para esclarecer las causas del naufragio y la muerte de los seis ocupantes. Pero el día 28 de enero la Audiencia Nacional remitió un escrito para pedir la inhibición del juzgado local dado que el Rúa Mar estaba siendo investigado ya en otra causa por narcotráfico. No es la primera vez que las redes de narcotráfico acuden a los barcos pesqueros del Golfo de Cádiz para tratar de introducir droga en Europa, un sistema más discreto que las potentes narcolanchas que desembarcan en la playa. De hecho, el pasado mes de octubre la Policía Nacional y la Agencia Tributaria se incautaron 1.180 kilos de hachís ocultos en el doble fondo de un pesquero de Algeciras.