Pablo Hasel se niega a compartir celda y a colaborar en las labores del interior del penal

Además, el rapero se niega a colaborar en las labores internas que se asignan a los presos. «No ha entrado a prisión para colaborar con los funcionarios», dice la abogada, quien insiste en su tesis de que existe una operación de Estado para atacar a su cliente. Pero sobre los disturbios en toda España a raíz de su encarcelamiento, ni una sola critica. «No vamos a condenar ninguna forma de protesta que quiera emprender cualquier persona. Condenamos la violencia policial que se está ejerciendo día a día, y la violencia que ejerce el Estado», insistió en su discurso.

Quien sí criticó la violencia fue el jefe en funciones de la Generalitat, Pere Aragonès, aunque ha tardado una semana en salir en apoyo de los Mossos. Sin embargo, el candidato a la presidencia, se comprometió a llevar al Parlament un cambio en el modelo policial para poner al cuerpo «al día» y corregir algunas «actuaciones incorrectas».

Aragonès habló de grupos minoritarios y pidió no criminalizar las protestas porque, a su juicio, los que «defienden la libertad de Hasel no tienen nada que ver con las personas que usan la movilización para el pillaje y el saqueo». «La quema de mobiliario urbano, el enfrentamiento y el saqueo no forman parte del derecho de manifestación», dijo.

Pese a ello, este lunes por la noche, por séptima jornada consecutiva, hubo incidentes en Barcelona tras una marcha de unas 700 personas, aunque esta vez la labor de los Mossos y la lluvia lograron aplacar algo la violencia. Así, no se vieron contenedores quemados ni comercios saqueados, aunque sí hubo lanzamientos de distintos objetos -fundamentalmente botellas-, sobre todo contra los agentes que protegían la Jefatura Superior de Policía.

Los Mossos hicieron tres detenciones, y ya son 112 en total desde hace una semana. Una fue por desórdenes públicos, pero las otras dos se debieron a requerimientos judiciales anteriores por otros asuntos.