El PNV ofrece su colaboración «leal y sincera» para consolidar el Gobierno

Su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, hizo gala de su ágil oratoria para construir un discurso sereno y a la vez punzante con constantes alusiones a guiones cinematográficos que arrancó en dos ocasiones los aplausos de las bancadas de los socialistas y de Unidas Podemos. Una intervención que se sintetizó en tres ideas fundamentales: el país no se puede permitir que el Gobierno fracase y verse abocado de nuevo a la estabilidad; los partidos del centro derecha sólo entienden una España y desdeñan a todo aquel que no piense como ellos; y el presidente deberá tener «audacia y templanza» para aislarse del ruido exterior y buscar soluciones a problemas «estructurales» como la identidad, la territorialidad y, en el caso concreto de Euskadi, la culminación del Estatuto.

El diputado nacionalista fue el último en tomar anoche la palabra antes de que se suspendiera la sesión. Lo hizo después de horas y horas de insultos y reproches en un pleno desfigurado por los rifirrafes personales de los líderes de los partidos. Esteban huyó de las descalificaciones, pero no por ello resultó menos contundente cuando cargó contra las formaciones -PP, Vox y Ciudadanos- que, en su opinión, han dejado a un lado su compromiso con la ciudadanía para centrarse en dibujar un horizonte «apocalíptico» si la alianza entre los socialistas y podemitas, con el apoyo extero entre otros del PNV, consigue estabilizarse en un escenario tan complejo.

«Debemos felicitarnos todos de que haya Gobierno, incluso los que van a posicionarse en contra», afirmó. Los jeltales votarán a favor «en un gesto excepcional» -sólo lo hicieron antes en el último mandato de González y el primero de Aznar-.

La fórmula de la coalición es inédita desde la reinstauración de la democracia y Esteban no ocultó que la novedad constituye un desafío, pero también una oportunidad. Convencido de que la verdadera política surge del entendimiento entre diferentes, Esteban apeló a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias a que dejen a un lado sus egos -los que frustraron un acuerdo entre sus formaciones tras las elecciones en abril- y funcionen internamente como un bloque, sobre todo cuando surjan las desavenencias. El PNV, argumentó su portavoz, estará con el Ejecutivo si actúa con valentía y el acuerdo suscrito entre los socialistas y jeltzales nace con el propósito de trascender la investidura y servir de sostén al Ejecutivo.

En ese sentido, señaló que un Gabinete de coalición es «un cambio de paradigma» que «ni mucho menos» representa una situación «de salto al vacío que vaticinan» las derechas, a quienes reprochó que crean que «su idea de Estado es la única válida». Aseguró además que el discurso del líder popular, Pablo Casado, fue el de un «guerracivilista», no el de un político de altura, y se preguntó por qué la derecha habla de sentido del Estado y de amor a su país cuando «ha optado una y otra vez por bloquear la investidura».

Esteban pidió el «abandono de la judicialización de la política» y citó como ejemplo las últimas decisiones de la Junta Electoral Central, que, en su opinión, se arroga competencias que no tiene. A su juicio, solucionar la crisis territorial «exige» la necesidad de «reconocer que en la ciudadanía existen diferentes sentimientos» nacionales, y advirtió de que «la mera apelación a la ley como algo inmodificable» sólo conduce «al enconamiento del problema y a la inestabilidad».