Nuevo varapalo judicial a Marlaska: obligado a condecorar a la fuerza al mando de la UCO al que fulminó

Según recoge el Boletín Oficial de la Guardia Civil, Marlaska, dos meses fuera de plazo, el pasado 7 de septiembre firmó el documento que acata la sentencia del Juzgado Central Administrativo de lo Contencioso número 5 de la Audiencia Nacional, que zanjó que era una arbitrariedad que a Corbí, enfrentado abierta y personalmente con Marlaska a raíz de su cese, se le concediera una simple medalla con distintivo blanco, de los menores reconocimientos en la institución, por su contribución en la elaboración del libro 'Historia de un desafío. Cinco décadas de lucha sin cuartel de la Guardia Civil contra ETA', (que vio la luz en otoño de 2017) cuando a los otros cinco coautores, con mucho menor peso en la obra, el Ministerio del Interior les entregó en agosto de 2022 la Cruz de Plata de la Guardia Civil.

En su resolución, el propio Marlaska deja claro que el cambio de medalla al mando es exclusivamente «en cumplimiento» de la sentencia de la Audiencia Nacional, un fallo que certificó que la decisión de dejar a Corbí con una simple medalla blanca no se «ajustaba a derecho», sobre todo porque el resto de los galardonados tuvieron una «una menor implicación y participación» que el coronel en el libro sobre la banda terrorista, en el que Corbí tuvo el papel «más meritorio», tal y como reconoció también la coautora del libro Manuela Simón durante el procedimiento.

Hace ahora un año, el Supremo dio por buena la decisión de Marlaska de fulminar al Corbí al frente de la UCO por pérdida de confianza después de que el coronel enviara un correo a sus subordinados en el que les explicaba que había que parar las operaciones vinculadas a la partida de fondos reservados porque había sido congelada con la llegada del nuevo equipo ministerial.

Sin embargo, la revancha de Corbí en los tribunales ha venido al obligar al ministro a concederle la medalla que le había negado. Un nuevo revolcón de la justicia a Grande-Marlaska que ha visto en los últimos días como el Tribunal Supremo le ha acusado de irregularidades al negar el ascenso a general a otro de sus mandos más odiados, el coronel Diego Pérez de los Cobos, al que los jueces también han dado la razón frente al titular de Interior en un segundo procedimiento cuando el ministro le apartó de la jefatura de la Comandancia de Madrid, a la que ha vuelto por imperativo judicial, por negarse a informar al ministro de las investigaciones secretas sobre las manifestación del 8-M de 2020 y la propagación del coronavirus.

El cese del coronel Corbí al frente de la UCO fue una de las decisiones más controvertidas adoptadas por Marlaska desde su llegada al Ministerio del Interior, pero fue muy aplaudido por algunos de los socios de Gobierno de Pedro Sánchez, ya que el mando, durante su paso por el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo en Guipúzcoa, fue fue condenado como responsable de torturas a Kepa Urra, un miembro del Comando Vizcaya detenido en Basauri en 1992. Corbí, omo Jefe de Operaciones Antiterroristas, en el verano de 1997 dirigió el operativo de rescate del funcionario de prisiones José Antonio Ortega.