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Iñaki Urdangarin pasea en bicicleta por las calles de Vitoria. EP
La nueva vida de Urdangarin

La nueva vida de Urdangarin

Se ha ganado el afecto de sus compañeros de bufete en Vitoria, por donde se mueve en bici. Liberado de dormir en la prisión de Zaballa podrá ir a Suiza a ver a su mujer

David gonzález

Vitoria

Domingo, 27 de junio 2021, 01:28

Iñaki Urdangarin departe de manera distendida con varias mujeres junto a la plaza de los Fueros, en Vitoria. El exduque de Palma, liberado esta semana de dormir en la prisión alavesa de Zaballa, se ha ganado el afecto de sus compañeros en el bufete ... Imaz&Asociados, donde ejerce de consultor como uno de los requisitos para disfrutar de una libertad vigilada. Cumple el yerno de Felipe VI una pena de 5 años y diez meses de cárcel por diversos delitos económicos.

Su deuda con la Justicia expirará en la primavera de 2024. Pero este lunes, el juzgado de Vigilancia Penitenciaria que instruye su caso aceptó la propuesta de la junta de tratamiento del penal alavés y le concedió el mayor respiro desde que su ilustre nombre se ligó a la corrupción. Ha dejado atrás sus 4 noches semanales en una celda de 13 metros cuadrados en el módulo residencial para internos en régimen abierto. Ya descansa a diario en casa de su madre, Claire.

Tras cubrir la primera parte de su condena en una zona acotada de la prisión abulense de Brieva, de ahí pasó al Centro de Inserción Social de Alcalá de Henares. A finales de febrero se trasladó a Zaballa, a tan sólo 15 kilómetros de la ciudad donde superó la adolescencia y reside gran parte de su familia paterna.

Esta semana especial, el marido de la infanta Cristina ha mantenido sus rutinas habituales. El domicilio de su progenitora se encuentra en una urbanización privada rodeada de zonas verdes. «Pasea a diario. Sale mucho con su madre y van siempre de la mano», cuenta una vecina. Su revés legal, unido a su caída en desgracia social, les ha unido más si cabe. Juan Mari, su padre ya fallecido y cercano al PNV, presidió la Caja Vital hace un cuarto de siglo.

Hasta la cruz de Olárizu

Deportista innato -fue profesional de balonmano y olímpico, conoció a su mujer en Atlanta'96-, Iñaki mantiene viva esa llama. Lo primero que hizo cuando llegó a Vitoria fue comprarse una bicicleta en una tienda especializada de la calle Domingo Beltrán.

Va con ella al trabajo. Ha pedaleado hasta la cruz de Olárizu, a un kilómetro de la capital alavesa y con unas cuestas importantes. Aunque también ha sufrido algún susto sobre dos ruedas. «Un día se le llamó la atención porque iba sin mascarilla. Tuvo que dar media vuelta, volver al despacho y coger una. No se le abrió sanción», desvelan fuentes internas de la Ertzaintza.

En sus tiempos muertos acude habitualmente a la Fundación Estadio, unas instalaciones deportivas situadas muy cerca de su casa y dirigidas desde 1996 por su hermano Mikel. «Hace 'agua' (natación) y acostumbra a venir en horarios con poca gente», afirma una usuaria habitual.

Esa querencia por no ser visto, por pasar desapercibido, también la ha seguido entre rejas. «Tenía una rutina para salir y entrar de la cárcel. Cuando el resto de reos del mismo grado se iban o llegaban, luego lo hacía él. Siempre solo. Y camuflado con la mascarilla», rememoran agentes de la Policía autonómica.

Para los desplazamientos a o desde Vitoria siempre le acompañan escoltas. «Se pone muy nervioso si van impuntuales», agregan. ¿E intramuros? «En los cuatro meses que ha estado con nosotros ha tenido verdadera obsesión por no llamar la atención, por no generar problemas», admiten funcionarios del centro penitenciario más moderno y amplio del País Vasco. Deja la impronta de un interno «discreto, muy religioso y ordenado». Su celda, en la que ha dormido solo, «siempre la ha mantenido muy ordenada y con una disposición espartana».

El cumpleaños de Cristina

Debido a su trabajo como consultor se le permitirá viajar al extranjero «puntualmente». Por eso no portará pulsera telemática, como sí hacen otros presos de su mismo grado. Tendrá controles telefónicos «y de otro tipo». A mediados de mes ya viajó en coche hasta la ciudad suiza de Ginebra para celebrar el cumpleaños de su mujer, la infanta Cristina. Seguramente habrá más desplazamientos parecidos.

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