Melilla registró este jueves un nuevo salto masivo a la valla un día después de la histórica avalancha humana del miércoles, la mayor conocida en la ciudad. Hoy cerca de 350 inmigrantes consiguieron superar el perímetro fronterizo de los 1.200 subsaharianos que pretendían entrar ... en la ciudad en esta nueva intentona.
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El nuevo salto al perímetro se produjo sobre las 7:25 horas de la mañana y tuvo como escenario la zona comprendida entre los pasos fronterizos de Barrio Chino y Beni-Enzar, el mismo área del asalto del miércoles. Se trata de un tramo de vallado que presenta más puntos vulnerables que el resto y en el que todavía no se han instalado los 'peines invertidos', el nuevo sistema antiintrusión comprado por Interior.
Un nutrido grupo de inmigrantes quedó 'atrapado' entre las vallas o en lo alto de la verja, donde fueron interceptados por los agentes, que en muchos casos procedieron a realizar 'devoluciones en caliente' a través de las puertas que jalonan el vallado. Los que lograron superar el perímetro se dirigieron directamente al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). En esas instalaciones estaban ya los 491 extranjeros que el miércoles entraron en la ciudad norteafricana en la mayor avalancha humana de la historia de Melilla y en la que participaron más de 2.500 extracomunitarios.
A diferencia de lo ocurrido el miércoles, este jueves la Guardia Civil sí que estaba prevenida del intento de asalto. La noche del miércoles efectivos del instituto armado alertaron de que cerca de 4.000 subsaharianos se habían concentrado de nuevo en las inmediaciones de la frontera, en las estribaciones del monte Gurugú, para probar suerte de nuevo en la valla.
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Los inmigrantes en este nuevo asalto a la alambrada «emplearon suma violencia, lanzando piedras, y usando garfios y palos contra las Fuerzas de Seguridad», explicó la Delegación del Gobierno. De hecho, cuatro agentes de la Guardia Civil resultaron heridos durante el intento de violación masivo del perímetro.
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Pedro Sánchez habló este jueves con el presidente de Melilla, Eduardo de Castro, para «transmitirle todo el apoyo y la solidaridad del Gobierno de España ante la situación que están viviendo en estos días». El jefe del Ejecutivo también hizo llegar su «cariño» a los agentes heridos, aunque sus palabras no acallaron las duras críticas desatadas en las últimas horas por asociaciones profesionales de la Guardia Civil y sindicatos de la Policía Nacional por la «falta de medios y personal» en la ciudad para contener a los inmigrantes sin correr peligro de resultar heridos. Interior, no obstante, anunció este jueves el envío de 90 agentes adicionales a la ciudad, entre policías y guardias civiles.
El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, por su parte, está manteniendo contactos con las autoridades marroquíes con vistas a «reconducir la situación» tras los dos asaltos masivos. Albares reconoció su «preocupación» por estas dos avalanchas, sobre todo porque, a diferencia de otros casos, en estas ocasiones las fuerzas del país vecino sí que están colaborando en tratar de contener a los subsaharianos. Algo que, en anteriores ocasiones, sí que había logrado «repeler» las embestidas.
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