Secciones
Servicios
Destacamos
Fernando Grande-Marlaska cierra filas con la Guardia Civil después de conocer 'in situ' este sábado la complicada situación que han vivido las fuerzas de seguridad el Estado esta semana en Melilla durante los tres asaltados multitudinarios (uno de ellos frustrado) del miércoles, jueves y ... viernes, en los que participaron, según las diferentes estimaciones, cerca de 5.000 subsaharianos.
«Un estado democrático no puede permitir que sus fronteras y sus servidores públicos sean agredidos violentamente», fue la respuesta recurrente del titular de Interior desde Melilla sobre la actuación de los agentes del instituto armado durante estos asaltos en los que han entrado más de 800 personas en la ciudad autónoma, y en particular sobre el grupo de guardias civiles que golpea con sus porras a un inmigrante en la avalancha del jueves, una vez que éste está ya en el suelo tras descender del vallado. En las imágenes que TVE recogió y describió como una «agresión» –explican agentes que participaron en el operativo- no se aprecia que el subsahariano blandía en sus manos sendos garfios de lo usados para trepar la valla, «con los que amenazó a los operativos».
Grande-Marlaska, que fue informado de ese aspecto en su visita a la ciudad norteafricana, insistió en todo momento en que los funcionarios hicieron un uso «proporcionado» y «necesario» de la violencia durante las avalanchas, a pesar que los saltos «organizados» de esta semana –explicó- fueron de una «violencia inusitada».
Según el ministro, los extranjeros, además de garfios, usaron martillos, «palos de grandes dimensiones» y «tornillería», con «importante riesgo a la integridad de los servidores». De hecho, según informo, más de 50 guardias civiles han resultado heridos, algunos de ellos de «cierta entidad», esta semana en el perímetro, además de tres policías nacionales en las embestidas de los extranjeros que, reiteró, fueron de «extraordinaria violencia».
El titular de Interior, que recordó que tras la crisis de los últimos días se ha reforzado la seguridad en el perímetro con 91 guardias civiles y policías, garantizó que todos los inmigrantes «que no tengan derecho a estar en nuestro territorio» serán expulsados tras su «identificación», aunque Grande-Marlaska no especificó qué mecanismo va a usar la Administración para las deportaciones. Tampoco se refirió al hecho de que esta semana se han producido a través de las puertas del perímetro nuevas 'expulsiones en caliente' a pesar de su compromiso personal de acabar con esta práctica.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La bodega del siglo XIV que elabora vino de 20 años y el primer vermut de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.