Libertad provisional para el Justiciero de Ciudad Real

José, hombre muy conocido en la capital ciudadrealeña por haber regentado una librería en esta ciudad durante muchos años, residía solo en una parcela de la finca La Atalaya, a las afueras de Ciudad Real, con la única compañía de su perro. En la noche del pasado 1 agosto escuchó unos ruidos extraños en el exterior de la vivienda y decidió echar un vistazo llevando consigo una escopeta de caza. Cuando se encontró con el ladrón, un hondureño de 35 años con antecedentes por robos y otros delitos, disparó contra él causándole la muerte. Después llamó a la Policía Nacional y fue detenido como presunto autor de un delito de homicidio doloso.

El Justiciero de Ciudad Real alegó ante la Policía y en su declaración ante el juez que había actuado por miedo y en legítima defensa porque el fallecido portaba una motosierra pero la Audiencia Provincial consideró desmedida su reacción al entender que el allanamiento de morada no justificaba la acción del hombre. Desde entonces, este librero jubilado permanecía en prisión a pesar de los esfuerzos de su abogado por conseguir su libertad argumentando que su cliente había cooperado con la Justicia y que no existía riesgo de fuga dado su arraigo familiar con Ciudad Real.

También alegaba que el delincuente fallecido era peligroso pues, además de contar con un amplio historial delictivo, era un exmilitar sobre el que pesaba una orden de expulsión de España. Según su abogado, José es un hombre «pacífico que vivía con miedo por los constantes asaltos a su vivienda». Ahora ha obtenido la libertad provisional después de haber permanecido nueve meses en la cárcel de Herrera de La Mancha, en Manzanares (Ciudad Real).