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Madrid
Martes, 4 de enero 2022, 23:18
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, vuelve a estar en el disparadero político por sus declaraciones, de nuevo, sobre el sector ganadero. Si en julio instó a la población española a reducir de forma drástica el «consumo excesivo de carne», aduciendo sobre todo razones medioambientales, ... ahora hace lo mismo con las macrogranjas y sus exportaciones.
«La ganadería extensiva es sostenible –declara Garzón en una entrevista con el diario británico 'The Guardian'–; lo que no es en absoluto sostenible son las llamadas megagranjas… Encuentran un pueblo en una parte despoblada de España y ponen 4.000, o 5.000 o 10.000 cabezas de ganado. Contaminan el suelo, contaminan el agua y luego exportan esta carne de mala calidad de estos animales maltratados».
Sus palabras fueron criticadas este martes de forma severa por parte de la oposición, por algunos dirigentes autonómicos y por el sector agrario en general. Así, el líder del PP, Pablo Casado, exigió vía Twitter «responsabilidades y una rectificación inmediata» ante lo que considera «otro ataque a ganaderos y agricultores y a la imagen de nuestro país» por parte del titular de Consumo. A su vez, Ciudadanos registró en el Congreso una proposición para reprobarle, al tiempo que reclamó su comparecencia parlamentaria y la del ministro de Agricultura, Luis Planas.
Más duro y directo fue el presidente de Aragón, Javier Lambán, quien exigió su salida porque sus «desgraciadas e insensatas declaraciones son una agresión directa a una parte importante de la economía aragonesa, que se esfuerza por ser competitiva y sostenible». «El que las hace –añade este dirigente socialista– no puede ser Ministro de España ni un día más. Es en sí mismo un insulto a la inteligencia», asevera.
Desde el propio campo, las asociaciones profesionales Asaja y UPA, entre otras, reclamaron a Garzón que «rectifique o dimita» tras haber realizado un «nuevo ataque» a la ganadería española en la prensa internacional». Según ellos, sus palabras son «irresponsables y directamente falsas» ya que «en España no hay animales maltratados, señor ministro».
El titular de Consumo, vía Twitter, negó después que hubiera atacado a la ganadería extensiva. Sin embargo, en la entrevista afirma que las críticas a sus declaraciones de julio sobre la carne venían de hombres que «sentían que su masculinidad se vería afectada por no poder comer un trozo de carne o hacer un asado».
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