El juez de 'Gürtel' se va a La Haya a perseguir la criminalidad europea

Tras perseguir durante más de cinco años la corrupción, el terrorismo y la criminalidad organizada desde el Juzgado Central de Instrucción número cinco de la Audiencia Nacional, el magistrado gaditano de 59 años hace las maletas tras dejar una huella imperecedera en algunas de las causas más mediáticas del país: 'Gürtel' y su derivada 'Papeles de Bárcenas', 'caso Pujol', 'trama del 3% de Convergencia', macrofraude de 'iDental', 'Defex', 'caso Arístegui', 'caso Rifaat Al Assad', 'Madeja', 'Fitonovo', 'Campus de la Justicia' o 'caso SGAE', entre otras.

Sus exhaustivas instrucciones culminadas en algunos de los autos más esquemáticos y detallados que se recuerdan han granjeado a De la Mata una importante reputación en la Audiencia. No solo por el aprecio de los funcionarios de su juzgado o de los compañeros del tribunal central, sino también por el trato con policías y abogados o con el personal de la oficina de comunicación: «siempre discreto» en los asuntos más influyentes, pero entregado con «fervor» cuando se trataba de difundir temas relacionados con la cooperación jurídica internacional, señalaban este martes.

Y es que De la Mata ha construido esa fama de instructor estudioso, meticuloso y trabajador incansable gracias en buena medida a su confianza en instrumentos como Eurojust. Recordaban hoy en su juzgado que la confianza ciega en este mecanismo transnacional de agilización procesal le ha permitido obtener respuestas en sus investigaciones más importantes. Por ejemplo, en la tramitación de comisiones rogatorias (petición de información) a algunos de los Estados miembros, la colaboración con un tercer país como Suiza para el 'caso Gürtel' o, en temas individuales, a la hora de tramitar una orden europea de detención (OEDE).

Este fue el caso de un ciudadano austriaco detenido en España que pasó por el juzgado de De la Mata. La orden de arresto partía de una fiscal de ese país, pero como en España las instrucciones las dirigen aún los jueces el magistrado se vio en la necesidad de llamar con urgencia al representante de España en Eurojust, el fiscal Francisco Jiménez-Villarejo, y pedirle que fuera al despacho de su colega austriaco para modificar la OEDE e impedir que el detenido quedara en libertad. En solo tres horas estaba solucionado el embrollo procedimental.

El lado más humano del magistrado también ha quedado grabado en su juzgado. De la Mata estaba especialmente interesado en dar salida a la trama de las clínicas de iDental, que dejaron a miles de pacientes en la estacada. Logró reunir a representantes de todas las comunidades para armonizar un protocolo de asistencia y dar salida al grave problema sanitario generado. «Un verdadero caso de servicio público», describen sus compañeros.

En esta causa, además, se decretó la suspensión de la actividad en las empresas de los principales acusados. Este fue el caso de una embotelladora de agua de un pueblo de León que, de la noche a la mañana, dejó en la calle a más de una veintena de trabajadores. Pasaron los meses y la burocracia judicial eternizaba la solución. Pero el juez, tras conocer la situación personal de estos empleados, intervino para agilizar la presencia de un gestor temporal que reactivara la actividad de la empresa mientras proseguía con la instrucción.

La salida de De la Mata, por lo tanto, obliga a que la causas pendientes sean inicialmente heredadas por otro de los jueces instructores de la Audiencia Nacional hasta que se designe un sustituto. El elegido es el decano Santiago Pedraz, titular del Central de Instrucción número uno.

La plaza de instructor saliente no es de libre designación por el Consejo General del Poder Judicial, sino que se alcanza por antigüedad entre aquellos que aspiren a la misma en un concurso abierto. En todo caso, De la Mata conservará su titularidad mientras dura su mandato en Eurojust o en otros destinos y su puesto se cubrirá por el citado sustituto.