Comienza el primero de los dos juicios pendientes de Ternera en Francia

El juicio es la repetición de otro por el que Ternera fue condenado en rebeldía en 2010 a siete años de cárcel por «asociación de malhechores con fines terroristas», cuando estaba en la clandestinidad. Urrutikoetxea pidió que se repitiera el juicio en su presencia tras ser arrestado en 2019.

La acusación se basa en las huellas de Ternera encontradas en pisos francos de la banda terrorista en el sur de Francia como prueba de su pertenencia a ETA entre 2002 y 2005, periodo en el que estaba en la clandestinidad. La defensa sostiene que Urrutikoetxea entonces preparaba las conversaciones de paz con el gobierno español, de ahí sus contactos con miembros de la banda.

El juicio estaba previsto que comenzara en octubre, pero fue aplazado después de que los abogados de Ternera solicitaran más tiempo para que pudieran declarar en el juicio cuatro testigos que consideran clave para explicar el papel que Urrutikoetxea tuvo en las conversaciones del frustrado proceso de paz de 2005-2006 entre la banda terrorista y el gobierno español.

«Los abogados de Josu Ternera me pidieron testificar y he aceptado», confirmó por e-mail a este diario Gerry Kelly, miembro ahora en la Asamblea Norirlandesa por el Sinn Féin, antiguo brazo político del IRA. En cambio, el político socialista vasco Jesús Eguiguren, representante del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en las negociaciones, ha rechazado acudir como testigo al juicio de Ternera en París.

Está por ver si lo harán los otros dos testigos solicitados por la defensa: Raymond Kendall, exjefe de la Interpol y miembro del grupo de verificadores del desarme de ETA, y David Harland, director del Centro Henry Dunant para el Diálogo Humanitario de Ginebra (Suiza), especializado en mediación de conflictos armados. La pandemia de coronavirus podría dificultar su presencia en la capital francesa.

En los últimos meses, Ternera, de 70 años de edad, ha concedido varias entrevistas a la prensa francesa en las que se presenta como un artesano de la paz que tuvo un papel clave para que ETA dejara las armas. El grupo terrorista asesinó a 855 personas en total mientras estuvo activo.

Urrutikoetxea fue detenido el 16 de mayo de 2019 en los Alpes franceses cuando llevaba más de 17 años en la clandestinidad. Se encuentra desde julio de 2020 en libertad bajo control judicial con brazalete electrónico por motivos de salud a espera de los dos juicios que tiene pendientes en Francia. Además del proceso que comienza hoy, deberá ser juzgado probablemente en junio por otro caso por el que fue condenado en rebeldía en mayo de 2017 a ocho años de prisión.

El excabecilla de ETA tiene varias causas pendientes en España. La justicia francesa ya ha dado el visto bueno definitivo para que sea entregado a las autoridades españolas para que sea juzgado por su presunto papel en el atentado contra la Casa Cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza en 1987 y en la financiación de ETA a través de las 'herriko tabernas'.

El Tribunal Supremo francés tiene todavía que pronunciarse sobre su extradición a España por el asesinato en 1980 de Luis María Hergueta Guinea, directivo de la empresa Michelin. El Tribunal de Apelación dio luz verde a su extradición, pero Ternera recurrió. Todavía no hay fecha para el examen de este recurso ante el Supremo francés.