Cristian Reino
Jueves, 25 de junio 2020, 12:19
El PDeCAT ha convocado para mañana a su ejecutiva a una reunión extraordinaria, que se presenta decisiva para la formación surgida como heredera de Convergència en el año 2016. Los dirigentes nacionalista tienen que decidir cómo se integran en JxCat y en qué condiciones. Sobre ... la mesa, el riesgo a que se produzca una escisión, pues una parte de la dirección del partido no acepta las condiciones que le pone Carles Puigdemont. El líder de la Crida, Jordi Sànchez, el otro espacio que debe integrarse en JxCat, ha advertido esta mañana al PDeCAT de que la reordenación de Junts per Catalunya solo podrá realizarse a través de una «nueva organización política», en la que no se aceptarán ni cuotas ni vetos.
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Esta es la posición de Carles Puigdemont, a quien todos los sectores que hay en torno a JxCat reconocen como el líder indiscutible. El PDeCAT, por tanto, deberá decidir mañana si acepta la propuesta de Jordi Sànchez, que es la de Puigdemont, o si la rechaza y apuesta por que el PDeCAT se aparte del resto de sus socios en JxCat y camine en solitario. En la formación que fundó Artur Mas en 2016 hay dos sectores muy diferenciados que podrían separarse a partir de mañana. La escisión está sobre la mesa. Por un lado, los afines a Míriam Nogueras, vicepresidenta de la formación y partidaria de la disolución del partido y de su desaparición plena en JxCat, y por otro, los que defienden las siglas y abogan por una integración manteniendo vivo el partido. El presidente, David Bonvehí, está en estas tesis. «Esto no puede ser una nueva refundación de nada», ha señalado Jordi Sànchez, dejando claro que nunca ha votado a CDC.
El nacionalismo empieza a prepararse de cara a las elecciones catalanas. Jordi Sànchez, en Rac-1, ha asegurado esta mañana que los comicios serán entre noviembre de este año y enero de 2021. «Todo el mundo sabe que habrá elecciones», ha dicho. Por ello, ha instado a ERC a no seguir haciendo «sangre» con tanta petición de elecciones.
En sus críticas veladas a ERC, Sànchez también ha cargado contra la mesa de diálogo, pactada entre los republicanos y el Gobierno para la búsqueda de una solución a la cuestión catalana. A su juicio, no es más que una «foto» y desde su punto de vista fue un error facilitar la investidura de Sánchez, por parte de ERC, a cambio de la creación de la mesa. Esta negociación, a su entender, debía haber surgido desde la unidad del independentismo. Además, ha advertido de que la mesa no solo debe abordar la cuestión de los presos. «Si la mesa solo sirve para solucionar nuestra situación como presos, será un fracaso absoluto», ha avisado. En relación a su situación penitenciaria, ha insinuado que en breve podría pasar al tercer grado.
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