Irán libera a la joven española Ana Baneira, retenida desde hace cuatro meses

El regreso de Baneira se produce tras un discreto diálogo diplomático entre el ministerio español y el Gobierno iraní, y cuando aún permanece en el país, igualmente retenido, el viajero madrileño Santiago Sánchez, el otro ciudadano español que fue apresado en el contexto de la represión desatada contra las movilizaciones por la muerte -asesinato, para los manifestantes- de Amini. En este tiempo, Albares ha mantenido al menos dos conversaciones con su homólogo iraní, Hosein Amir Abdollahian -la última conocida, en vísperas de Navidad-, en la que las que el titular de Exteriores incidió en la liberación de los dos nacionales detenidos era «capital» para las relaciones bilaterales entre los dos países y requirió garantías de que ambos recibían «protección consular». Hoy, tras desvelarse que Ana Baneira está ya a salvo, el ministro ha dicho sentirse "feliz" aunque esa alegría solo será "completa" cuando Sánchez tambíén retorne a casa. "Lo importante es que ya está liberada, que ya está bien, y no voy a parar de seguir insistiendo hasta que Santiago sea también liberado de lo que es una retención que no tiene fundamento ninguno", ha comprometido Albares.

El arresto durante una de las protestas de Baneira, cuya llegada a A Coruña se prevé para mañana una vez cumplido el periplo Teherán-Dubái-Ginebra-Barcelona, fue desvelado el pasado 11 de noviembre por la ONG iraní de Derechos Humanos HRANA, la primera en dar cuenta de que la joven de 24 años se encontraba en manos del régimen de Teherán. En cuanto a Sánchez, este permanece en el país contra su voluntad desde principios de octubre cuando se dirigía a pie a Qatar para asistir a los partidos del Mundial de Fútbol. El madrileño, viajero de aventura, fue arrestado después de visitar la tumba de Amini, un asunto que para la policía del país es motivo de represión a raíz de la revuelta sin precedentes desatada por el fallecimiento de la víctima de la 'policía de la moral'. Una revuelta que traspasó fronteras, amplificada por la respuesta internacional del feminismo contra la reacción coercitiva de las fuerzas de seguridad iraníes. La represión de las protestas se había cobrado a finales del año pasado la vida de 300 personas y 14.000 detenciones.

La familia de Sánchez dio cuenta en su momento de la visita que pudo realizar el embajador español en Teherán al viajero madrileño, en el que constató que se encontraba en buenas condiciones dentro de la penalidad de su arresto. Una situación pareja a la de Baneira hasta su liberación ayer.