cristian reino
Barcelona
Lunes, 29 de junio 2020, 18:47
Un total de 50 agentes de los Mossos d'Esquadra están siendo investigados por su actuación durante los disturbios que se produjeron en Barcelona y otras localidades de Cataluña los días posteriores a la sentencia del Supremo contra los líderes del 'procés'. Fueron 15 días, ... en octubre de 2019, en los que se registraron 877 manifestaciones, el 20% de ellas con «brotes violentos», según la definición del consejero de Interior, Miquel Buch, como las que tuvieron lugar en la llamada batalla de Urquinaona de la capital catalana. Las algaradas provocaron cientos de heridos y cargas muy contundentes de los Mossos d'Esquadra. Cuatro manifestantes perdieron el ojo y 80 periodistas resultaron heridos. Por las intervenciones policiales, asuntos internos de la Policía catalana tiene bajo investigación 34 episodios, en los que están implicados medio centenar de agentes autonómicos.
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La Consejería de Interior de la Generalitat la presentó en su día como la mayor auditoría interna realizada nunca en el cuerpo autonómico, en sus más de 30 años de vida. De los 34 episodios bajo la lupa, la mitad están judicializadas y todas las demás se están revisando a puerta cerrada, de forma interna. De momento, el cuerpo ha practicado suspensiones de empleo y sueldo temporales a algunos de los agentes investigados. El consejero de Interior, Miquel Buch, ha presentado este lunes por la tarde la auditoría en la sede central de la Policía catalana, en Sabadell (Barcelona)
Según Buch, la Policía catalana tuvo aciertos y errores durante su actuación. El director del cuerpo, ha destacado la «intensidad de los disturbios, la prolongación en el tiempo, la simultaneidad en la concentraciones masivas en todo el territorio y la gran desproporción entre manifestantes violentos y agentes». Tras la auditoría interna, que se cierra en falso, el consejero de Interior sigue en la picota. Días atrás, los grupos de la oposición pidieron su cese, como ya lo reclamaron en su día tras los disturbios postsentencia, después de que trascendiera que un inspector del cuerpo, Jordi Arasa, había sido ascendido como jefe de los antidisturbios de Barcelona. Arasa fue condenado por segunda vez a dos años de prisión por su actuación en un desalojo en la plaza de Cataluña en el año 2011 contra los indignados del 15-M. Además, seis agentes están siendo investigados por agresiones racistas. Aun así, no han sido cesados.
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