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Momento de la detención.
Ingresa en prisión el líder yihadista detenido en Ciudad Real

Ingresa en prisión el líder yihadista detenido en Ciudad Real

La Policía había acelerado su detención y la de tres de sus seguidores porque sus mensajes se habían radicalizado y se temía un atentado

J.V. Muñoz-Lacuna

Ciudad Real

Viernes, 22 de mayo 2020, 18:30

Captaba seguidores para el yihadismo terrorista a los que, incluso, adoctrinaba acerca de cómo debían educar a sus hijos, criticaba duramente las costumbres occidentales y odiaba a las fuerzas de seguridad españolas. Son algunos detalles que definen al líder del grupo yihadista desarticulado esta semana en Bolaños de Calatrava ... (Ciudad Real) en una operación de la Policía Nacional que se ha saldado con un total de cuatro detenidos. Uno de ellos –el cabecilla- ingresó este viernes en prisión tras prestar declaración en la Audiencia Nacional y los otros tres, que habían sido adoctrinados por él, quedaron en libertad, si bien su principal seguidor con medidas cautelares.

Los cuatro habían conseguido trabajo como temporeros en tareas agrícolas en la comarca. El líder es un ciudadano marroquí que había sido detenido en su país por captar a jóvenes para planificar atentados terroristas en Marruecos y Emiratos Árabes Unidos. Una vez huido de Marruecos se asentó en España donde la Policía lo seguía desde hace un año en colaboración con los servicios secretos marroquíes. A raíz de estas investigaciones se descubrió que era seguidor de Abu Muhammad al Adnani quien fue, hasta su muerte, el jefe de las operaciones exteriores de DAESH, su portavoz y su máximo responsable en Siria.

Odio a la Policía y a las costumbres españolas

Durante su estancia en España no dejó de reclutar adeptos a su causa tanto en las redes sociales como en persona y creó un grupo de «soldados invisibles» de DAESH que estaban obligados a rezar continuamente y a mantenerse en perfecto estado físico para actuar en cualquier momento. De hecho, la operación policial se aceleró porque recientemente había comunicado su intención de atacar a las fuerzas de seguridad y había incrementado el consumo de vídeos de martirio y de ejecución de atentados. Además, había reconocido a su círculo más íntimo su desesperación por no soportar más su estilo de vida insinuando que preparaba su inmolación.

Curiosamente, solía acudir a las fiestas de los pueblos cercanos donde criticaba con extrema violencia verbal las costumbres occidentales mostrando su odio hacia las personas que participaban en ellas.

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