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Carles Puigdemont.
Puigdemont, la siguiente patata caliente del 'procés'

Puigdemont, la siguiente patata caliente del 'procés'

Tras los indultos a los presos, los independentistas reclaman una solución para el expresidente

cristian reino

Barcelona

Martes, 22 de junio 2021, 00:06

El independentismo lleva meses advirtiendo: el conflicto no se acabará con los indultos. Y en concreto avisa: será difícil que se salga del conflicto, si no se resuelve el problema de Carles Puigdemont, según afirmó días atrás el vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró. El ... jefe del Ejecutivo catalán también señaló que con las medidas de gracia y la salida de prisión de los presos del 'procés' no bastará para resolver la cuestión catalana y pidió una solución para Carles Puigdemont.

La del expresidente de la Generalitat, huido en Bruselas desde octubre de 2017, es la próxima patata caliente con la que se va a encontrar Pedro Sánchez en sus conversaciones con el secesionismo. La petición de una salida para el exalcalde de Girona estará presente en la mesa de diálogo, en cuanto se reúna tras año y medio en el congelador. La situación del dirigente de Junts es más compleja que la de los nueve presos indultados.

En estos momentos, el dirigente nacionalista, eurodiputado desde 2019, está procesado por sedición y malversación y pesa sobre él una orden de detención en España emitida por el Tribunal Supremo. Está pendiente de ser juzgado en el Alto Tribunal, junto a los también fugados Lluís Puig, Clara Ponsatí y Toni Comín, como lo fueron los doce dirigentes independentistas que se sentaron en el banquillo en 2019 y que ahora han sido indultados. Una de las dirigentes que permanecía en Bruselas junto a Puigdemont era la exconsejera Meritxell Serret, quien el pasado mes de marzo decidió cambiar de estrategia, se apartó de la vía Puigdemont de mantener la confrontación desde Waterloo y se entregó voluntariamente al Tribunal Supremo para afrontar judicialmente su causa penal por el 'procés'. Declaró ante el Supremo y desde entonces está libre, ejerce como diputada autonómica, en espera de ser juzgada.

Hace meses que Puigdemont amaga con regresar y esa amenaza ha cobrado más fuerza en las últimas semanas que ha recuperado -de forma provisional- su inmunidad como europarlamentario-. Puede moverse por toda la UE, pero en España sería detenido. El lunes pasado, incluso dio a entender que estaba en Barcelona, pues publicó una foto de la Diagonal en su cuenta de Twitter. Su abogado, Gonzalo Boye, ha asegurado varias veces que le ha recomendado no cruzar la frontera de Francia y España.

Su vuelta a España ha generado controversia en el seno del Gobierno central, ya que la posición de los ministros del PSOE y los de Unidas Podemos no es en absoluto coincidente. La ministra Ione Belarra defendió días atrás que pueda regresar sin riesgo a ser detenido, pero desde la parte socialista le replicaron que si pone pie en España será para ser juzgado. En campaña electoral, Pedro Sánchez hasta se comprometió a «traer de vuelta a España» al expresidente para que rinda cuentas con la justicia. En los últimos días, el Gobierno ha insinuado incluso que Puigdemont también podría ser indultado, a pesar de que no se ha sentado en el banquillo, pero en el independentismo confían más en la reforma del código penal para rebajar las penas por el delito de sedición. En ese caso, sería juzgado en diferentes circunstancias que sus excompañeros de Govern y afrontaría una menor petición de condena. Su baza está también en Europa, si el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos tumba la sentencia del 'procés', que ya han recurrido algunos de los dirigentes indultados, como Jordi Cuixart o Jordi Turull.

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