Los independentistas siguen sin acuerdo sobre la presidencia del Parlament

Los equipos negociadores se han reunido para «continuar trabajando en un acuerdo de legislatura» sobre la base de las «mayorías independentistas surgidas de las elecciones del 14-F», han apuntado fuentes de Junts. «Es la primera reunión con los tres equipos negociadores, que ha servido para continuar avanzando en la consolidación de mayorías independentistas», han añadido. Fuentes secesionistas han hablado de avances, pero ninguno de los presentes ha detallado qué tipo de avances se han producido.

En estos momentos, ni siquiera está claro quién será el candidato a la presidencia de la Cámara catalana. De acuerdo al pacto que tienen ERC y Junts en el reparto de cargos, debería corresponderle a la formación de Carles Puigdemont, si Pere Aragonès es el presidente de la Generalitat. Pero los postconvergentes aún no han mostrado sus cartas. Laura Borràs no ha desvelado si optará a la presidencia de la Cámara o si será la vicepresidenta de la Generalitat o incluso si será la jefa del grupo parlamentario. Su decisión es de calado, toda vez que su situación judicial apunta a que podría ser juzgada por una causa que tiene abierta por presunta corrupción.

«Una de las prioridades de la CUP durante la próxima legislatura es que la futura mesa del Parlament garantice que en la Cámara se puede hablar de todo», han señalado fuentes anticapitalistas. La CUP ha reiterado su disposición a asumir la presidencia del Parlament para convertir el hemiciclo en el escenario de la confrontación contra el Estado y para que no haya «injerencias» del Tribunal Constitucional, lo implica desobedecer sus resoluciones. Sí hay acuerdo entre los tres en que la mesa debe tener mayoría secesionista y no debe incluir ningún dirigente de Vox, a quien correspondería como cuarta fuerza en los comicios. Hay una presidencia, dos vicepresidencias y cuatro secretarías. A día de hoy, la única candidata confirmada a la presidencia de la Cámara es Eva Granados, del PSC, aunque no tiene apoyos para ganar la votación.

La negociación para la mesa es la más urgente, porque los secesionistas tienen hasta el viernes para ponerse de acuerdo. Pero ERC aspira también a que las conversaciones avancen tanto que sean capaces de cerrar un pacto sobre el Govern y la legislatura para este viernes. Se antoja complicado, pues la CUP ni siquiera ha decidido si quiere entrar al Gobierno o si este será de coalición entre Junts y ERC. Si tiene esta fórmula, como estos últimos cinco años, el exportavoz de Esquerra en el Congreso, Joan Tardà, ha vaticinado en RTVE que será un «fracaso» y un «Vietnam diario». Por ello, ha emplazado a la CUP y a los comunes a implicarse en la gobernación.