Iglesias agradece a «algunos presos y exiliados» su labor en las negociaciones

Iglesias resumió el programa de coalición acordado con los socialistas disgregándolo en dos conceptos, por un lado, fija el objetivo en revertir muchas de las políticas sociales y de austeridad llevadas a cabo por el Ejecutivo de Mariano Rajoy durante la crisis. «De eso va esta legislatura, de reparar las traiciones han perpetrado», añadió. Por otro, convertir a España «en un referente en cuanto a justicia social». Un programa que, en sus palabras, «combina la experiencia del PSOE con la valentía de Unidas Podemos».

En un debate marcado durante toda la mañana por la cuestión territorial, el líder de Unidas Podemos intentó iniciar la carrera por la recuperación del término España, un viejo anhelo por parte de un sector de la izquierda no independentista y que siempre ha defendido él mismo. Hasta 30 veces pronunció el nombre de la nación, más que cualquier otro interviniente en el debate. «Ustedes –dijo dirigiéndose a PP y Vox– no entienden la palabra España, los diputados de Bildu o de ERC también representan dignamente a España. Si ustedes desprecian esa mayoría parlamentaria, desprecian a España».

A los independentistas dirigió su siguiente mensaje. El nuevo gobierno de coalición, en el caso de iniciar su andadura, tendrá que apoyarse en un puñado de partidos regionalistas, nacionalistas y soberanistas para poder cumplir con su programa. «Me encantaría convencerles de que dejaran de ser independentistas, pero no soy ingenuo. Aunque creo que hay políticas que pueden mejorar la vida de la gente y nos podemos entender», afirmó.

En ese punto, Iglesias se acordó de «algunos presos y exiliados» independentistas para agradecerles su colaboración para sacar adelante la investidura. En concreto a la figura del líder de ERC, Oriol Junqueras, al que no nombró expresamente. «Tengo grandes diferencias políticas, pero me consta que algunos de ellos han defendido el diálogo», comentó.También agradeció el acuerdo expresamente a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero –la interlocutora preferida de los morados– los diputados de Unidas Podemos Ione Belarra y Pablo Echenique; y el secretario general de la Presidencia, Félix Bolaños.

En su respuesta, Sánchez agradeció las cesiones que desde Unidas Podemos se han hecho para confeccionar el programa, pero quizá también fue un aviso. Entre ellas, haber fijado que la «responsabilidad fiscal» vaya a ser una guía del futuro gobierno. «A algunos actores económicos les inquietaba esto», confesó el líder socialista, ante de volverse a fundir en otro abrazo con Iglesias y añadir «bien está lo que bien acaba. Estoy ilusionado».

El resto de confluencias de Unidas Podemos no se separaron del camino marcado por Iglesias y dividieron sus intervenciones en ataques a la derecha y elogios al pacto con Sánchez. El portavoz de los comunes, Jaume Asens, destacó el «reto gigante» al que se enfrentan porque «lo que está en juego no es quien será el futuro presidente, sino la convivencia entre los pueblos y la democracia». También cerró filas en torno al futuro gobierno de coalición el portavoz de Galicia en Común, Antón Gómez-Reino. Por su parte, el coordinador de Izquierda Unida, Alberto Garzón, acusó a PP y Vox de «agitar el conflicto» con el objetivo de «cuanto peor mejor», y recordó «la herencia del Partido Comunista» como figura clave en la Transición.