Cecilia Cuerdo
Sevilla
Sábado, 8 de junio 2019, 10:30
El Ayuntamiento de La Rinconada (Sevilla) se personará en el proceso judicial que se abra para investigar el accidente ocurrido en la pasada madrugada, cuando parte de la atracción conocida como 'la olla' se desprendió y numerosos jóvenes y niños salieron despedidos por los aires. ... Los servicios sanitarios tuvieron que atender a 28 personas, nueve de las cuales fueron trasladas a un centro sanitario con traumatismos de diversa consideración. Dos jóvenes, entre ellos una chica de 13 años en estado grave, continúan aún ingresados pero estables y con una evolución favorable, según confirmaron fuentes municipales.
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El suceso se produjo poco antes de las dos de la madrugada, cuando el recinto ferial de San José de La Rinconada, una pedanía de la localidad sevillana, se encontraba repleto de gente. En ese momento, por causas que están ya siendo investigadas, la mitad de los asientos de la atracción se desprendieron. Los ocupantes, que no portaban cinturones de seguridad y que solo iban asidos con sus manos, salieron despedidos y cayeron al suelo. La atracción siguió girando unos momentos más entre los gritos de pánico de los usuarios, en su mayoría chicos adolescentes, que lograron permanecer asidos con las manos al respaldo que aún se mantenía fijado.
Rápidamente se personaron en el lugar los servicios de emergencias sanitarias, un equipo de urgencias del Servicio Andaluz de Salud (SAS) y una unidad de apoyo logístico del 061, así como varias ambulancias, que tuvieron que atender a una treintena de personas por traumatismos y cortes de diversa consideración, así como ataques de nervios por los momentos de pánico vividos. La peor parte se la llevó una chica de 13 años, que sufrió un traumatismo craneoencefálico grave, aunque su evolución es positiva y está fuera de peligro. El resto de heridos fueron dados de alta a lo largo de la jornada del sábado, aunque siguen conmocionados por la situación vivida.
Tras el incidente, la Feria apagó sus luces y se suspendieron todas las actividades. Fuentes municipales confirmaron que la atracción, denominada 'Super-cazuela', «había pasado todos los controles de seguridad» previos al inicio de los festejos. Según precisó el alcalde Javier Fernández en un comunicado, difundido también en redes sociales, contaba con toda la documentación en regla, desde permisos a autorizaciones, y cumplía todos los requisitos legales.
El regidor anunció además la puesta en marcha de una investigación «llegando hasta las últimas consecuencias en la exigencia de responsabilidades». Asimismo, el Consistorio ha puesto en marcha un servicio de atención psicológica para los chicos afectados, además de prestarles asistencia jurídica en el caso de que decidan denunciar los hechos.
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