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La organización que lidera es desde hace poco más de un mes el nuevo colectivo mayoritario profesional (no se puede hablar de sindicatos) de la Guardia Civil. Ernesto Vilariño -secretario general de Jucil, la 'franquicia' en el instituto armado de Jusapol, la plataforma que ha ... roto los esquemas tradicionales del sindicalismo en las fuerzas de seguridad- ha llegado en un momento especialmente convulso. Los policías de todos los cuerpos se han echado a la calle contra la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, al tiempo que arrecian las críticas contra Interior por no cumplir la promesa de la equiparación salarial con Mossos y Ertzaintza.
-El Gobierno acusa a la oposición de haber «instrumentalizado» a las fuerzas de seguridad en la manifestación del sábado. ¿Se sienten manipulados? ¿Les molestó la presencia de los líderes de PP, Vox o Ciudadanos?
-No nos molesta la presencia de las fuerzas políticas de ningún signo. Nos han acusado de estar próximos a las extrema derecha pero en los orígenes de Jucil tuvimos el respaldo de Podemos, que votó a favor de la iniciativa popular a favor de la equiparación salarial. No tenemos siglas. Somos apolíticos y no nos hemos sentido manipulados por nadie.
-¿Cree que el Gobierno se acabará sentando con las organizaciones policiales tras la manifestación del sábado de la pasada semana?
-La verdad, no lo sé. Solo espero que el Gobierno se dé cuenta que la derogación de esta ley es un ataque a la seguridad ciudadana y al Estado de Derecho. Estas modificaciones llevarán a la indefensión total a los policías y a los ciudadanos ¿Qué pasará ahora cuando un grupo violento decida que corta la calle cuando la policía no va a tener capacidad de intervención? Si el Gobierno nos ata de pies y manos España va a dejar de ser un país seguro. De verdad, nos movilizamos los funcionarios, pero los grandes perjudicados por los cambios de esta normativa van a ser los ciudadanos.
-¿Considera que era el momento de salir a la calle a pesar de que la reforma todavía no ha comenzado su trámite parlamentario?
-Salir a la calle es la única manera que tenemos en la actualidad las fuerzas y cuerpos de seguridad de manifestar el profundo malestar que tenemos con esta reforma.
Los antecedentes
-Las organizaciones profesionales de las fuerzas de seguridad han vivido años de enfrentamientos que ahora parecen haberse olvidado por la oposición común a la reforma. ¿Es suficientemente sólida esta unión?
-Yo creo que las guerras han terminado. Esta reforma afecta a todas las fuerzas de seguridad, a todos los colectivos y todos los agentes, que ven que en situaciones muy tensas no van a tener una cobertura legal suficiente. Hay unidad porque todos vemos que esta reforma es el caldo de cultivo ideal para que los violentos campen a sus anchas.
-Desde la oposición se reprocha al Gobierno y a los partidos que lo conforman la falta de diálogo para estos cambios. Ustedes son la organización mayoritaria en la Guardia Civil ¿Sabían algo de la reforma pactada por PSOE y Podemos?
-No, nos ha cogido por sorpresa. Y nos duele. Nadie ha consultado a los profesionales. Las fuerzas de seguridad del Estado no somos una institución para hacer experimentos. No somos un laboratorio para probar cambios legales. Somos los defensores de la Ley, de la democracia y de todos los ciudadanos. No estamos al servicio del Gobierno de turno, sino del Estado.
-¿Cuáles son los puntos de la reforma de la ley de seguridad ciudadana más sangrantes para Jucil?
-Nos duele mucho que las modificaciones pongan en cuestión los atestados policiales cuando no hay ningún juzgado que haya puesto en tela de juicio los informes. Pero quizás lo que más preocupa entre todos los compañeros es que se vayan a poder grabar las intervenciones policiales y que se difundan públicamente. Los policías tenemos familias y en determinadas partes del territorio nacional que nos identifiquen puede acarrearnos muchos problemas de todo orden. No es lo mismo que graben una intervención en un pueblo de Ciudad Real que en una localidad catalana.
-Ustedes nacieron como plataforma de reivindicación salarial. El Supremo ya ha pedido explicaciones a Interior por no cumplir el compromiso de la equiparación salarial con las policías autonómicas.
-Marlaska sabe perfectamente que seguimos muy por debajo de los sueldos de Mossos y Ertzaintza por mucho que insista en que se nos ha subido el salario. No hay una igualdad real, hay diferencias en la reserva, en los incentivos…Nosotros nos vamos a la jubilación con 65 años con una nómina de 1.400 ó 1.500 euros y los Mossos acceden a la prejubilación con 59 con 2.000 euros, el sueldo completo. ¿Es esa la igualdad que tanto pregona Marlaska?
-Probablemente la Guardia Civil sea la que más sufre ese agravio comparativo económico y particularmente los agentes del medio rural. ¿Cuál es la situación de esos funcionarios?
-La situación en el medio rural es muy complicada. Ante todo hay que incentivar a toda costa que los funcionarios decidan ir a cubrir esas plazas y eso no se está haciendo en la actualidad. Hay que incentivar económicamente y con otras motivaciones para que los agentes decidan ir a trabajar a esa España vaciada. Si un compañero no tiene colegio, sanidad o servicios para su familia va a ser muy complejo que se desplace a esos lugares que están muchas veces abandonados pero en los que también hay que garantizar la seguridad ciudadana.
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