Secciones
Servicios
Destacamos
Gobierno, PSOE y PP se reunieron este miércoles a última hora en el Congreso, a punto de expirar el plazo para el registro de las conclusiones de la comisión de reconstrucción. Los dos partidos intercambiaron sus propuestas y se emplazaron al diálogo en los próximos ... días para alcanzar un acuerdo en ese foro parlamentario constituido para dar una respuesta a la crisis social y económica derivada de la epidemia. Un gesto de un mínimo acercamiento en una jornada en la que todas las señales apuntaron en la dirección contraria.
Pedro Sánchez y Pablo Casado dieron muestras durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso de estar tan lejos como siempre. El presidente y el líder de la oposición cruzaron acusaciones de no querer pactar mientras ambos ofrecían su «mano tendida» para entenderse. Un clima adverso cuando trataban de acercar posturas sobre el decreto que regulará la nueva normalidad. El texto se vota este jueves en la Cámara baja y su aprobación está garantizada haga lo que haga el PP, aunque el Ejecutivo desearía contar con el sí de los populares.
Gestos. La reunión podría facilitar que los populares respalden este jueves el decreto de 'nueva normalidad'
Los decibelios no alcanzaron el tono de otras sesiones de control al Gobierno, pero el fondo del cara a cara entre Sánchez y Casado este miércoles no fue menos duro que el de anteriores debates. «Usted no quiere llegar a ningún tipo de acuerdo», soltó el jefe del Ejecutivo a Casado a las primeras de cambio, aunque a renglón seguido le reclamó «unidad». «Usted exige adhesión incondicional, pero rechaza mi mano tendida. Tira la piedra y esconde la mano», respondió el líder de la oposición.
Si este cruce fue desabrido, el que mantuvieron a continuación la vicepresidenta Carmen Calvo y la portavoz popular, Cayetana Álvarez de Toledo, rayó el esperpento con la cifra de víctimas por la Covid-19 volando de un lado a otro del hemiciclo. «Usted ha elegido hacer política con los muertos», reprochó la número dos del Gobierno a la dirigente popular. Álvarez de Toledo acusó a su interlocutora de tener «13.000 muertos en el limbo» por mera «conveniencia política inhumana».
Este fue el ambiente crispado que predominó en la jornada en la que se iba a abordar el decreto de nueva normalidad y las conclusiones, sobre todo las sanitarias, de la comisión de reconstrucción. Dos terrenos en los que el acuerdo, al menos básico, entre el Gobierno y la oposición no tendría por qué ser complicado.
Fuentes del PP trasladaron este miércoles a media tarde que el Ejecutivo no había telefoneado tras el emplazamiento público de Casado a negociar las normas que guiarán el día a día de los ciudadanos tras el estado de alarma. Fue el martes, a 48 horas de la votación del decreto de nueva normalidad, cuando el líder del PP se abrió a respaldar la normativa si el Ejecutivo accedía a «sentarse» y a abordar algunas medidas de la propuesta de los populares en el terreno sanitario. Encargó entonces a su portavoz en la comisión de reconstrucción del Congreso, Ana Pastor, la interlocución con el ministro de Sanidad. Salvador Illa, sin embargo, dio a entender que ese no era el canal.
El titular de Sanidad, que compareció en la Cámara baja, distinguió el decreto, que establece, entre otras cosas, el uso obligatorio de mascarillas y fija la distancia interpersonal para evitar contagios, de las propuestas para mejorar el sistema sanitario que puedan acordarse en la comisión de reconstrucción.
Más información:
Ramón Gorriarán
Miguel Ángel Alfonso
En cuanto al texto para esta fase posalarma, recordó que fue «acordado con las comunidades autónomas». Y sobre los acuerdos que puedan alcanzarse en materia sanitaria, los dejó en manos de los grupos parlamentarios: «Yo no estoy en condiciones de sustituir a las personas que están negociando». Poco después, se producía la reunión entre delegaciones del Gobierno, PSOE y PP encabezadas por el secretario general de la Presidencia, Félix Bolaños, la portavoz parlamentaria de los socialistas, Adriana Lastra, y la dirigente popular Ana Pastor.
Todo indica que ese encuentro, en principio centrado en la reconstrucción, podría facilitar este jueves que el PP respalde el decreto de nueva normalidad, aunque este miércoles en la dirección del partido no concretaron el sentido del voto. En la Moncloa aguardaban tranquilos, porque tienen la convicción de que los populares no van a oponerse después de que el rechazo a las dos últimas prórrogas del estado de alarma, según su análisis, fuera una equivocación estratégica de Casado.
El Gobierno cuenta, en todo caso, con el colchón de la mayoría que ha forjado para sacar adelante la nueva normalidad, aunque las disensiones entre sus aliados sean cada vez más ruidosas. Prueba de ello fue el enfrentamiento que mantuvieron este miércoles en la Cámara baja el vicepresidente Pablo Iglesias y el portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal. El diputado liberal tachó de «guerracivilista» al líder de Podemos e Iglesias replicó con una pregunta sobre los vínculos del partido naranja con el empresario Kike Sarasola.
PSOE y Unidas Podemos acordaron este miércoles un documento conjunto con propuestas para la comisión de la reconstrucción en el que no concretan la creación de un nuevo impuesto que grave las grandes fortunas, como querían los de Pablo Iglesias. Ambos grupos sí apuestan por subir los impuestos para asimilar la carga fiscal en España a la media de los países de la UE, si bien evitan concretar cuáles en su acuerdo, que compartirán con el resto de formaciones políticas en aras de buscar un consenso más amplio.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.