El Gobierno se abre a «modular» el acuerdo con Podemos para salvar los Presupuestos

Montero defiende que hay que concitar «el mayor apoyo posible» e insta a Ciudadanos y a Esquerra a levantar sus «vetos cruzados»

Martes, 16 de junio 2020, 20:11

A punto de que el estado de alarma a llegue a su fin y de que España se adentre en la llamada 'nueva de normalidad', el Ejecutivo trata ahora de forjar una mayoría que le permita sacar adelante los Presupuestos para 2021. Con la aritmética ... parlamentaria en contra, la apuesta de Pedro Sánchez es contar con el apoyo de los partidos que en enero votaron a favor de su investidura con el añadido de Ciudadanos. Una combinación difícil porque la presencia de los liberales incomoda a los socios del Gobierno. Ni Esquerra ni Ciudadanos se ven juntos en el mismo proyecto e instan al presidente a elegir un camino u otro. «No es el momento de matices ni de vetos cruzados», advirtió ayer la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero.

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Para Unidas Podemos no hay duda de hacia donde se tiene inclinar la balanza pero el Gobierno no quiere cerrarse ninguna puerta todavía y busca el equilibrio entre la izquierda y la derecha. En Moncloa entienden que las «diferencias ideológicas» no pueden anteponerse al «interés general» y asumen ya que tendrán que hacer concesiones para lograr el mayor respaldo parlamentario a las cuentas públicas del año que viene. La primera cesión pasa por «adaptar» su acuerdo con Unidas Podemos. No se trata de modificarlo, puntualizó Montero, sino de reorientarlo, de «priorizar y, por tanto, de adaptarlo a las exigencias y las circunstancias del momento».

El Ejecutivo considera que las consecuencias económicas y sociales que deja el coronavirus les obliga a «tener los pies en el suelo» y a reorientar la «hoja de ruta» del pacto de coalición que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias firmaron en diciembre de 2019 y que impregna la «totalidad» de sus acciones. Según explicó Montero, habrá que escoger de entre todas las medidas contenidas en el acuerdo programático «cuáles son las que más contribuyen a la reconstrucción» del país, cuáles sirven más para fortalecer el tejido productivo y dinamizar el mercado laboral. «Los recursos son limitados –insistió– y las necesidades, muchas».

El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, PabloEchenique, reconoció que después de la peor epidemia en cien años, «uno tiene que analizar lo que había acordado previamente». Eso, admitió el dirigente morado, «exige» que tengan «flexibilidad» a la hora de poner en marcha las medidas que se incluyen, pero insistió en que el acuerdo está «muy bien adaptado a la situación actual».

Fuentes de Moncloa aseguran que se trataría de «modular el gasto más que la política fiscal» porque ya se ha hecho mucho esfuerzo en este sentido con los 16.000 millones de fondo no reembolsable para las autonomías, que el Consejo de Ministros aprobó ayer, y el Ingreso Mínimo Vital. «Nunca ha habido un momento más adecuado para ponernos todos de acuerdo que tras esta pandemia», aseveró la también ministra de Hacienda.

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Incompatibles

Pero Esquerra se mantiene en el 'o conmigo o contra mí' y ve inviable un acuerdo presupuestario a varias bandas. «Unos Presupuestos del Estado pactados con uno de los partidos que hasta hace muy poco estaba en la fotografía de Colón, no es que sea incompatible con Esquerra; es que es incompatible con cualquier medida justa de la izquierda», argumentó el portavoz parlamentario Gabriel Rufián, que insistió en que Sánchez debía elegir entre uno de los dos.

Pese a su renovada amistad, el Gobierno tampoco tiene fácil sumar a Ciudadanos a la negociación. El partido de Inés Arrrimadas ya ha avisado de que no respaldará unas cuentas públicas con «medidas surrealistas» de Unidas Podemos y de que quiere incorporar al PP a la ecuación. En la cúpula naranja transmiten desde hace semanas que sin los populares será difícil cerrar su entrada un eventual pacto. «Si Sánchez presenta los Presupuestos para 2021, tiene la obligación de intentar realizarlos buscando el consenso de todas las fuerzas políticas, incluido el PP», advirtió el portavoz en el Congreso, Edmundo Bal.

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Recoge el guante del PP

En el horizonte del PP, sin embargo, no está el apoyo a las cuentas de un Gobierno de coalición con Unidas Podemos. En privado, los populares no contemplan ese escenario. En público, la portavoz del partido en la Cámara baja sostuvo ayer que una negociación exigiría un cambio de 180 grados en la política de pactos de Sánchez. «El día que tenga algún feliz indicio de que es posible que el PSOE rompa con Podemos, abandone la deriva autoritaria y rupturista que imprime el señor Iglesias, la influencia ideológica del señor Zapatero y los acuerdos estructurales con el separatismo, podemos empezar a hablar de hipótesis», replicó Cayetana Álvarez de Toledo, para quien el planteamiento del Ejecutivo es tanto como «cuadrar un Frankenstein».

Los acuerdos que, mientras tanto, propone Pablo Casado son de carácter sectorial, en materia sanitaria, económica, social o, incluso, jurídica para articular un instrumento con el que hacer frente a posibles rebrotes de la epidemia. El jefe del Ejecutivo, que participaba en la sesión de control del Senado, aseguró «recoger el guante» si los populares quieren dejar «la bronca», aunque la distancia que separa a día de hoy a Gobierno y PP hace que cunda el escepticismo en el Congreso sobre el recorrido de las ofertas cruzadas.

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