El gasto militar abre una nueva brecha entre PSOE y Unidas Podemos

Las fuentes socialistas sostienen que la negociación para sacar adelante las próximas cuentas comenzó a primeros del mes de agosto y, aunque se escudan en la obligada discreción sobre el desarrollo de la misma, dan por sentado que las conversaciones navegan hacia buen puerto.

El optimismo del PSOE choca con las declaraciones de este lunes de Yolanda Díaz, en las que la vicepresidenta segunda desmintió acuerdo alguno en materia militar y, menos aún, en cuanto a todo lo que se refiera a la OTAN. «En el techo de deuda que hemos negociado en el verano desde luego no estaba el incremento del gasto en defensa», zanjó Díaz, futura candidata a la Moncloa por la coalición de izquierda que trata de armar junto a Podemos, Izquierda Unida o Más País.

La respuesta llegó poco después por parte de Pilar Alegría, portavoz nacional socialista: «Los Presupuestos saldrán en tiempo y forma porque suponen mejorar la calidad de vida de los ciudadanos». La también ministra de Educación no aclaró si el gasto militar ascenderá o no a partir de enero de 2023, en tanto y cuanto España destina a día de hoy poco más del 1% de su Producto Interior Bruto (PIB) a Defensa cuando los aliados de la OTAN exigen mínimo un 2%.

El PSOE opta por despejar balones fuera. Desde la dirección del partido se da por seguro que, pese a «diferencias propias de dos partidos diferentes que forman una coalición», Unidas Podemos acabará por apoyar los Presupuestos, como ya hicieron los dos años anteriores, se añade. Y es que la alternativa significaría pulsar el botón del adelanto electoral, advierten en el PSOE. Esta es una posibilidad que no contempla de momento Sánchez, quien en el año y tres meses que restan hasta las generales jugará un papel internacional protagonista gracias a la presidencia de la Unión Europea en el segundo semestre de 2023.

En Ferraz se apuesta buena parte de la remontada a destacar la figura internacional de su jefe de filas. El pasado junio, Madrid albergó una glamurosa conferencia de la OTAN contra la que Unidas Podemos apoyó manifestaciones. Líderes mundiales como Joe Biden, Enmanuel Macron u Olaf Scholz no escatimaron elogios hacia su homólogo y anfitrión español.

Los socialistas también dudan de que Unidas Podemos vaya a provocar una crisis de gobierno, toda vez, se añade, que el proyecto de Yolanda Díaz apenas ha echado a andar y siquiera se presentará a las municipales y autonómicas de mayo a causa de las rivalidades entre los diferentes partidos de izquierda que aglutinan su candidatura. Sea como fuere, el aumento del presupuesto de Defensa es un tema especialmente delicado dentro de la coalición. Aun llegando a un acuerdo de mínimos con Unidas Podemos, el PSOE todavía deberá convencer a sus socios de investidura, para lo que desde Ferraz se recurrirá una vez más a la responsabilidad de estado de partidos como Esquerra o PNV. Ante la segura falta de cualquier esperanza de apoyo del PP, a Sánchez no le quedará otras puertas a las que llamar que las nacionalistas e independentistas.

El gasto en Defensa no es el único embrollo dentro de la coalición. La semana pasada Yolanda Díaz aseguró que antes de 2023 se aprobará el mayor aumento del Salario Mínimo Interprofesional de toda la legislatura. Aun más, la vicepresidenta segunda afirmó que comprendería las presiones sindicales en la calle para lograr este incremento. La parte socialista del Gobierno prefiere de momento guardar silencio y no entrar en conflicto.

La apuesta de Unidas Podemos por marcar perfil propio no agrada en el PSOE. «Alejemos el ruido y dediquémonos a defender desde las formaciones políticas lo que está haciendo este Gobierno, porque estamos muy orgullosos de ello», se quejó el portavoz parlamentario Patxi López este lunes. Desde la dirección socialista se comprende que el socio minoritario de una coalición busque su espacio de cara a una cita con las urnas, pero no se entiende que se pretenda torpedear lo que aún resta de legislatura.