La Fiscalía pide cárcel a los mossos que escoltaban a Puigdemont tras su detención

Según el escrito de acusación dirigido al órgano que investiga los hechos, el Juzgado Central de Instrucción número seis, el día 25 de marzo de 2018 el agente López estaba destinado en la unidad de seguridad ciudadana de la comisaría de El Prat de Llobregat y se encontraba disfrutando de la semana de fiesta que le correspondía tras haber trabajado una semana completa de turno de noche.

Por su parte, su compañero Goicoechea estaba destinado en el Área de Escoltas en la localidad de Sabadell y se encontraba disfrutando de siete días de fiesta asignados de conformidad con el cuadrante de servicios.

El día 19 de marzo, aprovechando esos días libres de trabajo, los acusados se desplazaron a la localidad de Waterloo (Bélgica). El 23 de marzo una persona no identificada les pidió a los dos acusados que fuesen a buscar al expresidente de la Generalitat en la furgoneta Renault, lo recogiesen y lo trasladasen a Bruselas. Los acusados salieron de Bruselas conduciendo el vehículo y llegaron a Estocolmo a una hora que no se ha determinado. En esta ciudad, recogieron a Puigdemont e iniciaron el regreso a Bruselas.

El 25 de marzo de 2018, a las 11:17, agentes de la policía alemana (BKA) interceptaron el vehículo indicado en el aparcamiento de viajeros pendulares de Jagel, en la autopista BAB-7 (Alemania), que transcurre entre la frontera con Dinamarca y la ciudad de Hamburgo. En el vehículo, matrícula belga viajaban Puigdemont, los dos acusados y otras dos personas: Josep María Matamala y Josep Lluis Alay, personas próximas al líder independentista.

Carles Puigdemont fue arrestado al existir una orden detención expedida por las autoridades judiciales españolas interesando su entrega. Los restantes ocupantes fueron identificados por los agentes y se les permitió continuar el viaje en el vehículo.

La detención tuvo lugar como resultado de las investigaciones desarrolladas por la Comisaría General de Información de la Policía Nacional con la Oficina Federal de Investigación Criminal, de la República Federal de Alemania, habiéndose iniciado las comunicaciones entre estos cuerpos tras la emisión de la OEDE de Carles Puigdemont por el juez instructor español el 23 de marzo.

La emisión de la orden tuvo lugar cuando Puigdemont se encontraba en Helsinki (Finlandia), país al que se había desplazado en avión un día antes procedente de Suiza. El mismo día de la emisión de la OEDE, viernes 23 de marzo, por la tarde, el expresidente catalán abandonó a toda prisa la capital finlandesa.

Según el escrito de la Fiscalía, los investigados ayudaron a Puigdemont, conscientes de que era investigado en España por su participación en hechos constitutivos de delito de rebelión y otros, y que el juez encargado de la investigación había emitido una orden europea de detención y entrega con el fin de obtener su puesta a disposición para enjuiciamiento. La intención de los acusados «era ayudar al político a regresar a Bélgica y evitar su identificación en algún lugar donde pudieran ejecutar la orden europea de detención». Pero el viaje se detuvo en un peaje de una autopista alemana.