Cristian Reino
Barcelona
Martes, 18 de diciembre 2018, 19:32
La Fiscalía considera un «dislate» y un hecho «desafortunado» que los Mossos d'Esquadra se dediquen a identificar a personas que retiran los lazos amarillos en apoyo a los presos secesionistas.
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Eso sí, el Ministerio Fiscal rechaza que a los agentes se les pueda ... imputar un delito por ello. Es lo que ocurrió en el pasado mes de agosto en varias poblaciones de Tarragona. Los Mossos identificaron a catorce personas, una de ellas agente de la Guardia Civil, que se encontraban en la calle retirando lazos amarillos con cuters y con la cara tapada. Para la Fiscalía, la actuación policial fue «absolutamente desacertada», pues a su entender quitar simbología no merece reproche penal alguno. El Ministerio Público abrió diligencias tras la denuncia contra los Mossos promovida por la entidad constitucionalista Impulso Ciudadano pero ahora ha archivado la investigación.
La Fiscalía si carga contra la Consejería de Interior catalana. Y es que, además de que la Policía autonómica fichara a 14 personas por retirar lazos, instó de forma «incorrecta e inadecuada» a la imposición de una sanción administrativa a los identificados. Según el Ministerio Público, los Mossos se dejaron llevar por su «deficiente calificación jurídica» y hace responsable al Departamento de Interior por su «patente falta de objetividad, impropia de quienes ejercen responsabilidades de Gobierno», ya que en su cuenta de Twitter se dejó entrever que los quita lazos habían violado la ley de seguridad ciudadana y serían «severamente» sancionados con multas de 601 a 30.000 euros.
La colocación y retirada de simbología independentista generó mucha tensión social al final del verano, si bien este asunto ha ido perdiendo conflictividad. No obstante, ayer se vivieron momentos de crispación por este motivo en la Universidad Autónoma de Barcelona. Fue a raíz de la decisión de un colectivo constitucionalista de instalar una carpa en medio del campus en la que informaban de su intención de iniciar una campaña para borrar las pintadas independentistas de las paredes de la universidad.
Colectivos secesionistas cargaron contra los constitucionalistas, acusándoles de fascistas y de tener vínculos con la extrema derecha. Un exaltado del sector independentista acabó la discusión con una amenaza que el colectivo 'S'ha acabat' denunció a los Mossos: «Cogeremos las pistolas y os reventaremos las cabezas, hijos de puta».
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