Feijóo recupera a Sémper como portavoz de campaña del PP

«Me fuí porque lo necesitaba y porque se abría una nueva oportunidad para mí y para mi familia. Regreso por motivos similares, se abre una nueva oportunidad para cambiar las cosas», apuntó este lunes el exportavoz popular en el Parlamento vasco en su presentación oficial en la madrileña sede de Génova. El líder del PP era el encargado de presentarlo ante los periodistas poniendo así en valor su fichaje, trabajado con suma discreción durante meses, con el que quiere transmitir un mensaje de moderación. «Le pedimos que haga en España lo que ya hizo en Euskadi llamando a las cosas por su nombre –remarcó Feijóo–, pero sin caer en la provocación, en el insulto y en la radicalidad».

Sémper se crió en la política vasca, «en un momento en que era difícil ondear la bandera del PP», cuando el hostigamiento y el miedo erosionaban a diario las filas de su partido y del PSE y no se podía dar un paso sin la sombra de un escolta. Su principal referente político era y siempre será Gregorio Ordóñez, líder del PP vasco y concejal en el Ayuntamiento de San Sebastián al que ETA asesinó en 1995. «Intento emularlo», reconoció en una entrevista durante la campaña de las municipales de 2019, donde fue el único candidato del PP en las plazas importantes que logró crecer en votos. Lo hizo, además, con una campaña en la que eliminó las siglas del partido, lo que suscitó críticas dentro de las filas conservadoras en Madrid.

Desde la presidencia del PP de Guipúzcoa, Sémper apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias que ganó Casado. La suya fue además una de las voces del ala moderada del partido, que se manifestó abiertamente en contra de la política de «trincheras» al chocar con su apuesta por un perfil moderado y más posibilista desde el «centroderecha liberal» que quería también para Euskadi. Una nueva voz, con un tono diferente, más amable y menos crispado, alejado de Vox y cercano a los ciudadanos, que defendió junto al entonces líder del PP vasco Alfonso Alonso y que no entendieron en Génova.

El exlíder de los populares guipuzcoanos regresa ahora dispuesto a dar voz a una «alternativa solvente y moderada» con un discurso «sosegado, pero también contundente» alejado de la «crispación y polarización» que detecta en la política nacional. Un escenario, cabe recordar, que se cansó de denunciar antes de abandonar sus cargos, cuando llegó a protagonizar una gran bronca pública con la entonces portavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, quien reprochó al PP vasco «tibieza» con el nacionalismo. «Mientras algunas caminaban sobre mullidas moquetas, otros nos jugábamos la vida defendiendo la Constitución», replicó entonces Sémper.

La vuelta del exdirigente del PP vasco se suma a la del exministro Íñigo de la Serna, que coordinará el programa electoral de una campaña dirigida a su vez por Elías Bendodo, y de la que forman parte el excalde de Badalona, Xavier García Albiol, Carmen Fúnez o Lorena Roldán, además de miembros de la actual dirección nacional como Miguel Tellado, Pedro Rollán, o Ángel González. Fuentes de Génova consideran que su figura responde a la estrategia de Feijóo para ensanchar la base electoral del PP en aras de abarcar mayorías más amplias, además de servir de muro de contención de Vox.

El líder del PP reconoció ayer que se sentiría «incómodo» si tiene que gobernar con Vox en coalición, como el PSOE hace con Podemos, y se comprometió a evitar una alianza con Santiago Abascal «si se puede». También Sémper, antiguo compañero de bancada del líder de Vox y con quien mantiene una relación personal «a prueba de bombas», dejó claro que el partido de extrema derecha «no representa» lo que quiere para España. Para Feijóo, solo la unión del centroderecha en torno al PP, y no la división en varios partidos, le podría permitir gobernar en solitario.