Feijóo se dota del aval de los militantes para combatir al «déspota de Sánchez»

El principal partido de la oposición cerró filas con la Moncloa en la guerra de Ucrania, pero el estatus de la antigua colonia ha provocado la primera brecha con Feijóo en política exterior. El todavía presidente de la Xunta afeó a Sánchez no haber informado ni al PP ni a sus propios socios de Unidas Podemos e insistió en que «nadie está legitimado» para romper un consenso que se había construido «desde la UCD, pasando por los Gobiernos socialistas de Felipe González y los Gobiernos populares de Aznar y Rajoy».

El enfado del PP es notable. Los conservadores no comparten ni el fondo ni las formas utilizadas por el líder socialista. Censuran que Sánchez haya dado un paso que ninguno de sus predecesores se había aventurado a dar quebrando con ello décadas de neutralidad y apoyo a las resoluciones de Naciones Unidas, que sigue reconociendo el Sáhara como un territorio pendiente de descolonizar. «España no puede seguir así sin ser actor en nada a nivel internacional y cayendo en la irrelevancia absoluta», criticó la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

La dirigente regional, convertida ahora en ariete fundamental del PP en la oposición a Sánchez, acusó al presidente de no hacer nada más que «romper consensos, dividir entre regiones y empobrecer el país». «No escuchan a nadie, toman todas las decisiones al margen del Parlamento, de la opinión pública y nos están llevando a un sinsentido -denunció- que está arrinconando a España». Los populares recriminan al presidente haberse enterado del volantazo por Marruecos y exigen, como el resto del arco parlamentario, que rinda cuentas en el Congreso. «Nunca he visto a un Gobierno que comete error tras error y desde la soberbia», censuró Feijóo.

El barón gallego endureció sus críticas contra Sánchez el mismo día que las bases del PP votaron su candidatura para liderar el partido a partir de abril. A la vez, se eligieron en listas abiertas a los compromisarios que acudirán al congreso de Sevilla y que serán los que finalmente voten al aspirante.

Feijóo recibió el aval de 36.781 afiliados (99,63%), de los 36.974 militantes que ejercieron su derecho a voto -41.991 se habían inscrito previamente-. En todo caso, son menos que en 2018, cuando acudieron a las urnas 58.305 afiliados, de los 67.158 inscritos. Entonces Soraya Saénz de Santamaría, ganó las primarias con 21.513 votos (el 36,95%), frente a los 19.967 apoyos (34,3%) que obtuvo Pablo Casado.

El todavía líder del PP votó este lunes en la urna habilitada en Génova, donde también lo hicieron la coordinadora general, Cuca Gamarra, y el presidente del comité, Esteban González Pons. Quien no lo hizo fue el propio candidato. Feijóo, renuente a los procesos de primarias, prefirió no participar para que todo el protagonismo recayese en las bases del partido.