Gobierno y PP perfilan un acuerdo sanitario y europeo y se alejan en lo económico

La jornada en la comisión de reconstrucción fue larga. Divididos en cuatro grupos de trabajo –Sanidad, UE, Reactivación Económica y Políticas Sociales–, los portavoces debatieron y votaron las enmiendas con las que pretenden rectificar el documento base, el de PSOE y Podemos, que contiene las medidas para paliar los efectos de la epidemia. La abstención final del PP en el terreno sanitario y el europeo mostró que esos son los ámbitos en los que cabe una posición común. En los otros dos apartados votaron en contra.

Fuentes populares pusieron el foco en que todavía hay tiempo para seguir negociando y rebajar disensos hasta que este viernes se articule el dictamen final y, aún entonces, hasta que se someta al pleno a finales de julio. Los esfuerzos del PP están centrados en el acuerdo sanitario. Ya en mayo formularon su propuesta y la bautizaron, incluso, como «Pacto Cajal».

Esa es el principal logro con el que esperan cerrar la comisión, dadas las diferencias en los proyectos económicos –se quejó la dirigente popular Elvira Rodríguez de que el Gobierno le había aceptado «enmienda y media» en este ámbito–. Y en lo sanitario «hay aspectos clave» que todavía, argumentó el PP, no han sido aceptados. Se refería la formación conservadora a su propuesta para crear una agencia nacional de salud pública, con representación de todas las comunidades autónomas, y a apartados relacionados con la financiación.

En el ámbito europeo también es obvia la voluntad de colaboración entre Gobierno, PP y Ciudadanos. Los populares hablaron este miércoles de «principio de acuerdo» y acogieron como gesto de buena voluntad que PSOE y Podemos hayan reflejado en su texto que «España mantiene su compromiso con el cumplimiento de las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, con el saneamiento de las cuentas públicas y la reducción del nivel de deuda», aunque la pandemia ha dejado en suspenso la contención en déficit y deuda.

Ese punto, sin embargo, fue el que molestó a Esquerra. «Si eso se cumple –advirtió el diputado Joan Josep Nuet–, los Presupuestos sociales o no serán posibles o el PSOE los tendrá que pactar con el PP». Pero los socialistas se esforzaron por diferenciar ámbitos: la comisión de reconstrucción, donde buscan un entendimiento amplio para llegar mejor armados a la negociación del fondo de recuperación en la UE, y las cuentas públicas, que sustentan el proyecto del Gobierno.

«Si hay un acuerdo amplio –añadió, además, el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique–, facilitará que lleguen los fondos a España y eso nos va a permitir diseñar unos Presupuestos progresistas».

Si entonces es posible la colaboración de Esquerra se verá. La relación que sigue engrasándose es, en todo caso, la de Gobierno y Ciudadanos. Los liberales sólo se desmarcaron este miércoles del documento social –que salió con el respaldo de los republicanos–por no tener en cuenta a la educación concertada. Apoyaron, sin embargo, tanto las conclusiones económicas como las sanitarias y las europeas. Fuentes del partido argumentaron que el Ejecutivo aceptó, entre otras, su propuesta de creación de «un grupo sanitario de reserva» o la promoción de un espacio turístico único europeo con protocolos de seguridad comunes. El PNV, mientras tanto, se opuso a los cuatro borradores .