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Una sala climatizada con pendiente descendente y cinco filas de mesas largas con ordenadores interconectados. Al fondo una pantalla digital ocupa casi toda la pared y a su derecha se sitúa un panel con diez husos horarios de lugares estratégicos para la seguridad nacional. En este fortín del Mando de Operaciones (MOPS) de las Fuerzas Armadas, ubicado en la Base de Retamares de Pozuelo de Alarcón (Madrid), se supervisan todas las misiones internacionales donde están presentes los militares españoles: en la actualidad 17 con más de 3.000 efectivos en cuatro continentes.
Este centro de mando cuenta con 50 puestos donde se sientan representantes de las diferentes unidades operativas afectadas en cada momento. La sala se puede ver a pleno rendimiento cuando se gestionan las crisis que surgen tanto en las misiones nacionales como extranjeras. Así ocurrió con la 'operación Balmis' en 2020, desplegada durante la pandemia de coronavirus, o en la evacuación aérea desde Afganistán en 2021 tras la caída del Gobierno en manos de los talibanes.
Durante diez frenéticos días de agosto de ese año, desde este centro del MOPS se coordinó en tiempo real la actuación de 110 militares y 17 policías nacionales. Una tarea titánica que permitió rescatar a más de 2.200 personas desde el aeropuerto de Kabul, entre colaboradores afganos y sus familiares y también refugiados en tránsito hacia otros países. Fue todo un hito para la unidad, ya que esta operación militar a 8.000 kilómetros de distancia de Retamares finalizó con éxito y sin ninguna baja.
«En el año 2000 teníamos dos operaciones en el exterior y ahora tenemos 17 con más de 3.000 militares españoles en cuatro continentes. Esta situación ha supuesto un salto cualitativo para las Fuerzas Armadas y requiere una supervisión permanente», resume el teniente general Francisco Braco, comandante del mando de operaciones del Estado Mayor de la Defensa.
Durante la presentación en la base de los actos con motivo del vigésimo aniversario de este departamento, Braco puso en valor la relevancia que España ha adquirido en los organismos multinacionales de seguridad y defensa. «Somos un socio fiable», destaca.
Desde enero pasado, el Ejército ha pasado a liderar cinco operaciones internacionales bajo banderas de la ONU, la UE y la OTAN en tres continentes. Otro acontecimiento en un momento geopolítico especialmente convulso, dominado por la guerra en Ucrania, la operación militar israelí en Gaza y la creciente inseguridad en la región subsahariana del Sahel, patio trasero de Europa.
El Ejército de Tierra lleva la batuta en las misiones de Líbano, Irak y Malí, y la Armada dirige la operación de vigilancia del Mediterráneo y desde esta semana, bajo bandera española, la denominada Dédalo 24. Se trata de un grupo aeronaval de combate expedicionario conformado por cinco buques, que navegan hasta julio desde aguas de Turquía hasta el mar Báltico.
Misión UNIFIL (ONU)
Líbano
Desde septiembre 2006
Efectivos activos:
650
Misión UNIFIL (ONU)
Líbano
Desde septiembre 2006
Efectivos activos:
650
Misión UNIFIL (ONU)
Líbano
Desde septiembre 2006
Efectivos activos:
650
Misión UNIFIL (ONU)
Líbano
Desde septiembre 2006
Efectivos activos:
650
Toda esta arquitectura operativa fue aprobada por el Consejo de Ministros el último día del pasado año. «En estos momentos complejos a nivel global, con especial incidencia en nuestro entorno inmediato, es intención del Gobierno mantener la contribución a la estabilidad internacional. Estas misiones se realizan conforme a los principios de responsabilidad y solidaridad e integrando la seguridad humana como elemento esencial en la prevención de conflictos», recoge la reseña que prorroga las operaciones durante este año. Su coste el pasado curso ascendió a 1.023 millones, de los cuales 650 fueron para contingentes al amparo de la OTAN.
De las cinco misiones que lidera España, en la de Líbano, llamada UNIFIL, 650 cascos azules integran la brigada multinacional formada por 10.000 militares y 800 civiles de 46 países. El general español Aroldo Lázaro está al mando de toda la fuerza y ha adquirido un papel relevante en la pacificación de la frontera con Israel tras la invasión de Gaza.
Misión EUTM-Malí (UE)
Malí
Desde enero 2013
Efectivos activos:
130
Misión EUTM-Malí (UE)
Malí
Desde enero 2013
Efectivos activos:
130
Misión EUTM-Malí (UE)
Malí
Desde enero 2013
Efectivos activos:
130
Misión EUTM-Malí (UE)
Malí
Desde enero 2013
Efectivos activos:
130
También lidera España la aportación de efectivos en la misión de entrenamiento de Malí (EUTM), bajo bandera europea, que está en fase de estudio para su finalización tras la descomposición de la seguridad en la zona, la inestabilidad política y la llegada de mercenarios rusos. Los militares hacían tareas de adiestramiento de las fuerzas armadas malienses en la localidad de Koulikoro y ahora se han replegado en Bamako, la capital, a la espera de la decisión que se tome en Bruselas. La misión cuenta con 160 uniformados de nueve países, de los que la fuerza española aporta el 80%. Dirige el contingente el general Santiago Fernández.
Inherent Resolve (OTAN)
Apoyo a Irak
Desde octubre 2014
Efectivos activos:
350
Inherent Resolve (OTAN)
Apoyo a Irak
Desde octubre 2014
Efectivos activos:
350
Inherent Resolve (OTAN)
Apoyo a Irak
Desde octubre 2014
Efectivos activos:
350
Inherent Resolve (OTAN)
Apoyo a Irak
Desde octubre 2014
Efectivos activos:
350
Desde hace diez meses, España dirige la fuerza en la misión de adiestramiento de la OTAN en Irak, llamada NMI, bajo el mando del teniente general José Antonio Agüero. El Ejército de Tierra aporta unos 400 efectivos y es el principal contribuyente en la actualidad de los 31 participantes. Su cometido consiste en ayudar a fortalecer las fuerzas de seguridad iraquíes y las instituciones de enseñanza militar mediante la capacitación y el asesoramiento de los funcionarios de defensa y seguridad del país. Para el Gobierno, la presencia española «es de vital importancia para la estabilidad regional».
Por su parte, España dirige también la operación naval Sea Guardian de la OTAN en aguas del Mediterráneo y el mar de Alborán. El capitán de fragata Álvaro Huelin Gan, comandante de la fragata Navarra, está al mando de la agrupación desde finales de marzo. Su tarea consiste en proteger las aguas de interés de la Alianza Atlántica y cuenta con la colaboración de un buque italiano y otro belga. Sea Guardian es una operación flexible que cubre una amplia gama de cometidos asignados a las seguridad marítima, principalmente orientados al conocimiento del entorno marítimo (tráfico mercante, líneas de comunicación, áreas de pesca, desarrollo de actividades ilícitas, etc.), a la lucha contra el terrorismo desde la mar y al impulso a las capacidades de los países de la región.
Dédalo 24 (Ministerio de Defensa)
Mediterráneo y Atlántico
Desde abril 2024
Efectivos activos:
1.800
Dédalo 24 (Ministerio de Defensa)
Mediterráneo y Atlántico
Desde abril 2024
Efectivos activos:
1.800
Dédalo 24 (Ministerio de Defensa)
Mediterráneo y Atlántico
Desde abril 2024
Efectivos activos:
1.800
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Desde abril 2024
Efectivos activos:
1.800
Finalmente, la expedición de combate Dédalo 24 está bajo el mando del contralmirante Gonzalo Villar y la conforma parte de la fuerza naval española, con el portaeronaves Juan Carlos I a la cabeza. Se suma el buque anfibio Galicia, las fragatas Blas de Lezo y Reina Sofía, el Batallón Reforzado de Desembarco I del Tercio de Armada, una unidad aérea embarcada compuesta por aviones Harrier y helicópteros y las embarcaciones de desembarco. El despliegue incluirá actividades frente a las costas de Grecia y Turquía en su primera fase, de Italia en la segunda, la costa del Cantábrico español en la tercera y navegar en aguas del Mar Báltico antes de poner fin a este importante despliegue a principios de julio.
La Armada despliega este grupo, de marcado carácter anfibio y aeronaval, en el marco de la estrategia de disuasión y defensa de la OTAN con la finalidad de incrementar su preparación de fuerzas o integración en despliegues aliados. Esta estrategia también se puede ver en las misiones del flanco este de Europa frente a la amenaza expansionista de Rusia, con un máximo de 1.700 militares asociados a la implementación de la nueva postura de disuasión y defensa acordada en la Cumbre de Madrid. Incluye la continuidad del despliegue de efectivos terrestres en Letonia, nuevos contingentes en Eslovaquia y Rumania y la presencia del Ejército del Aire en las operaciones de policía aérea en los países báltivos y el Mar Negro.
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Javier Martínez y Leticia Aróstegui
Rocío Mendoza, Rocío Mendoza | Madrid, Álex Sánchez y Virginia Carrasco
Sara I. Belled y Clara Alba
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