El emérito se quedará en Abu Dabi pero visitará con frecuencia España sin alojarse en Zarzuela

«Prefiero, en este momento, por razones que pertenecen a mi ámbito privado y que solo a mí me afectan, continuar residiendo de forma permanente y estable en Abu Dabi, donde he encontrado tranquilidad, especialmente para este período de mi vida», afirma en dicha misiva.

A pesar de las voces que le instaban a volver de manera inmediata una vez resuelto su horizonte judicial, el rey Juan Carlos ha optado por seguir de momento –no descarta del todo residir en España en un futuro– con la vida a la que se ha ido acostumbrando en los últimos tiempos y «disfrutar de la mayor privacidad posible». En la capital emiratí, en la que lleva residiendo 18 meses, tiene la vida organizada y, aunque reconoce que echa de menos volver a reunirse con sus amigos y su familia en España, no quiere que su hipotético regreso afecte a la Corona. Y especialmente a su hijo, por quien «siente verdadera devoción», según su círculo cercano. Un sentimiento del que deja constancia en la despedida en la carta dirigida al Rey: «Con mi lealtad, cariño y el orgullo inmenso que siento por ti».

En la misiva, don Juan Carlos esboza una petición de excusas por su comportamiento y sus actividades fiscales opacas. Unas irregularidades que los fiscales del alto tribunal han visto imposible perseguir porque algunas fueron cometidas cuando era inviolable –antes de su abdicación en junio de 2014–, porque las regularizaciones fiscales que presentó en diciembre de 2020 –en concreto, de 678.000 euros– y febrero de 2021 –de 4,4 millones– le libran del delito contra Hacienda y también porque no hay pruebas que avalen su relación con la fortuna descubierta en paraísos fiscales o de que recibiera comisiones en Arabia Saudí. «Soy consciente de la trascendencia para la opinión pública de los acontecimientos pasados de mi vida privada y que lamento sinceramente», dice. Aunque, al mismo tiempo, muestra su «legítimo orgullo» por su contribución a la «convivencia democrática» y «a las libertades en España».

En el comunicado de Zarzuela se recoge también la reacción, muy escueta, de Felipe VI. «Su Majestad el Rey respeta y comprende la voluntad» de su padre. El Gobierno, por su parte, reconoció estar al tanto de la carta enviada por don Juan Carlos a su hijo y se pronunció en una línea similar a la de Zarzuela.

Casa Real ha empleado ahora la misma fórmula que el 3 de agosto de 2020, cuando don Juan Carlos anunciaba su marcha de España para «contribuir a facilitar el ejercicio de tus funciones». «Hace un año (en junio de 2019) te expresé mi voluntad y deseo de dejar de desarrollar actividades institucionales. Ahora, guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles, a sus instituciones y a ti como Rey, te comunico mi meditada decisión de trasladarme, en estos momentos, fuera de España», escribió en aquella misiva de agosto de 2020. Tras días de especulaciones, en el que se situó a Juan Carlos I en Portugal y también en República Dominicana, se supo que su destino final había sido Abu Dabi, donde ahora anuncia que continuará residiendo 'sine die'.

En la capital emiratí ha encontrado la privacidad que quizás no podría tener en España. De hecho, en año y medio tan solo han trascendido varias imágenes del emérito, la mayoría de ellas difundidas por su círculo de amigos para desmentir varios rumores sobre su estado de salud.