Dos muertos al estrellarse una aeronave sin motor en Toledo

Tras el siniestro, cuyas causas están siendo investigadas por la Guardia Civil y técnicos de Aviación Civil, también se desplazaron hasta el lugar del accidente efectivos del parque de bomberos de Santa Olalla (Toledo) que tuvieron que excarcelar los dos cadáveres, uno del instructor del vuelo y el otro de un alumno. Hasta el lugar también se desplazaron un helicóptero medicalizado y una ambulancia de soporte vital básico del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), aunque nada pudieron hacer por los dos tripulantes pues fallecieron en el acto.

El aeródromo de El Tiétar, conocido también como Aeródromo de La Iglesuela, suele ser muy frecuentado durante los fines de semana por los aficionados al vuelo. Gestionado por la empresa privada Sky Blue Aviation, cuenta con una pista de 970 metros de longitud. De esta instalación partió el pasado 22 de agosto una aeronave que sufrió otro accidente, si bien en ese caso resultaron ilesos sus ocupantes.

Menos suerte tuvo una joven de 27 años que en abril de 2002 perdió la vida en Casavieja (Ávila) al impactar contra el suelo el ultraligero con el que había despegado de este aeródromo. Asimismo, hace justamente un mes, el pasado 7 de febrero, otras dos personas, un hombre de 65 años y una mujer de 23, fallecieron en otro accidente aéreo cerca del aeródromo de Algodor (Toledo) al caer el suelo la avioneta en la que se desplazaban.