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Isabel Díaz Ayuso puede morir de éxito. Tiene en el bolsillo la victoria en las elecciones de Madrid del 4 de mayo, pero puede ser un triunfo pírrico si no logra la mayoría absoluta ante la posible ausencia de aliados para pactar. Un escenario que ... ya apuntaban diversas encuestas y que el CIS confirmó este lunes en su sondeo preelectoral, en el que Ciudadanos desaparece por no alcanzar el umbral del 5% de los votos y Vox está al borde de correr la misma suerte.
El estudio señala que a día de hoy, el trabajo de campo se realizó entre el 19 y 28 de marzo, existe un empate a 68 escaños entre las fuerzas de la derecha, PP y Vox, y de la izquierda, PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos. Ayuso obtendría una indiscutible victoria con 59 diputados y el 39,2% de los votos. Con esos números, se quedaría a diez escaños de la mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid. Una decena de actas que Vox no parece estar en condiciones de aportar. El CIS adjudica al partido de extrema derecha nueve diputados y el 5,4% de las papeletas, apenas cuatro décimas por encima del mínimo exigido pero con una tendencia a la baja. Los estudios que manejan en el PP y en el PSOE coinciden en que Vox pierde cada semana en torno a medio punto en intención de voto, y queda casi un mes para las elecciones.
La presidenta madrileña corre por tanto el riesgo de quedarse compuesta y sin novio. Las interioridades de la encuesta confirman que ese es un escenario probable porque el votante de Vox está seducido por Ayuso. Casi el 65% quiere que la líder del PP madrileño sea la presidenta por un 25% que preferiría a su candidata, Rocío Monasterio. El 41% de quienes votaron a la ultraderecha en las autonómicas de mayo de 2019 lo hará ahora por la lista del PP. La presidenta recibe una nota de 7,8 entre el electorado de Vox, cuatro décimas por encima de la valoración de Monasterio. Se puede decir sin temor a equivocarse que Ayuso es la candidata preferida de Vox y que esta predilección se consolida día a día en una campaña polarizada que la dirigente popular fogonea sin desmayo y a la que los de Santiago Abascal no saben cómo hincar el diente.
Un panorama de difícil gestión que inquieta en el PP porque pueden verse el 5 de mayo vencedores y sin gobierno. En la calle Génova dan por desaparecido a Ciudadanos, lo confirman todas las encuestas, y confían en que la sangría naranja fluya por sus venas. Pero ven con preocupación que pueda ocurrir lo mismo con Vox porque, si bien es difícil poner techo a la ascensión de Ayuso, no creen que la mayoría absoluta esté a su alcance por más que «gobernar con manos libres» sea el nuevo lema de su campaña.
Error de cálculo
Si el estudio del CIS dejó un paladar agridulce entre los populares, fue recibido con alborozo por los socialistas. Por primera vez, como resaltó el candidato Àngel Gabilondo, las fuerzas están igualadas después de semanas con sensación de goleada. El empate a 68 escaños tiene su correlato en porcentaje de voto, 49% para las fuerzas de la derecha por 48,8% para las de izquierda, con la relevante salvedad de que el 4,4% que el CIS otorga a Ciudadanos sería papel mojado.
La igualdad que calcula el centro demoscópico oficial para el reparto de escaños, además, no sería tal. Expertos de otras firmas especializadas sostienen que de acuerdo a la ley d'Hondt y con las estimaciones del CIS, el PP obtendría 58 diputados (uno menos), el PSOE, 37 (uno menos), Más Madrid, 21 (uno más), Vox, ocho (uno menos) y Unidas Podemos, doce (dos más). Es decir, que el bloque de la derecha sumaría 66 escaños y el de la izquierda, 70.
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El presidente del CIS, José Félix Tezanos, explicó este lunes que el sistema de sus expertos es «una mediana» de varios modelos de estimación. Los cálculos, aseguró en la cadena Ser, son «objetivos». Pero hay datos que a simple vista chirrían, como que Podemos, con el 8,7% de los votos, lograría diez diputados y que Vox, con el 5.4%, obtendría nueve.
Otro dato llamativo del estudio es que no hay efecto Pablo Iglesias en la candidatura morada. Han repuntado algo sus apoyos y pasan del 5,5% de los votos hace dos años a 8,7 ahora, y mejoran su representación parlamentaria. Pero están lejos de su escisión de Más Madrid, que parece consolidada en el 15% de los votos y la veintena de diputados.
De todos modos, como subrayó Tezanos, el sondeo es solo una foto del electorado a un mes de la cita con las urnas en un momento de alta volatilidad política. El 25% de los entrevistados no sabe o no dice a quién va a votar. Uno de cada cuatro lo decidirá la última semana, el 5% lo resolverá la víspera y el 6%, el mismo día.
PAULA DE LAS HERAS | Madrid
El primer objetivo del jefe de gabinete de Pedro Sánchez, Iván Redondo, para la campaña de las elecciones madrileñas del 4 de mayo era justamente el que este lunes propició el CIS: generar la sensación de que «hay partido». Los estrategas del PSOE eran conscientes de que, antes de nada, había que revertir la idea de que la ola de Isabel Díaz Ayuso es tan potente y la figura de su candidato, Ángel Gabilondo, está tan desdibujada que no habría nada que hacer. El sondeo del organismo que preside el socialista José Félix Tezanos rompe esa inercia.
Las 'tripas' de la encuesta indican, como las de otros sondeos, que el propósito de captar el voto desencantado de Ciudadanos está lejos de materializarse en cifras significativas. Gabilondo cede, en términos globales, más voto del que recibe. Tiene saldo negativo con el PP (de unos 40.000 votos), con Más Madrid (de 19.000) e incluso con Podemos (en torno a 22.000 votos). Y de los liberales capta, netos, poco más de 21.263. Pero el sondeo también apunta a que la movilización de la derecha casi ha tocado techo mientras que la izquierda tiene margen de crecimiento. De quienes votaron al PSOE en 2019 sólo el 77% dice que votará con toda seguridad. La movilización de los indecisos, pues, será determinante.
Gabilondo, que este lunes participó en un acto del PSOE en Parla hizo hincapié en que la situación es de «empate». «Eso -dijo-lleva a muchas consecuencias. Nosotros nos quedamos la última vez a dos escaños de gobernar y en la anterior a un escaño. Ahora estamos igualados y pido que redoblemos los esfuerzos».
También Mónica García, la candidata de Más Madrid, la segunda fuerza del bloque de la izquierda, defendió en Twitter que el CIS demuestra que «el pescado no está vendido» pero alertó de que «queda mucha tarea». Y Unidas Podemos aseguró que con que el nivel de participación de los barrios humildes alcance al de los ricos, el plan de Ayuso fracasará.
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