El Gobierno califica de «magnífica noticia» que todos los partidos, incluidos ERC y EH Bildu, se sumen a la mesa

La presencia en ese foro de los independentistas catalanes, pero sobre todo la de EH Bildu, van a suponer, sin embargo, un problema para los planes del Gobierno porque el PP, pero también Ciudadanos, rechazan sentarse en torno a una mesa con los separatistas catalanes y con la izquierda abertzale.

Montero confirmó que los portavoces de ERC, JxCat y EH Bildu estarán en las conversaciones y les agradeció que hayan deslindado sus intereses partidistas o «su ideología y sus principios» en aras de un gran acuerdo de reconstrucción nacional.

El portavoz de Esquerra, Gabriel Rufián, precisó que su apoyo a esa mesa de partidos es crítico y condicionado a que se reúna también la mesa de diálogo del Gobierno de España y la Generalitat para abordar el conflicto catalán. Montero respondió que no es el momento de que se convoque ese foro bilateral, pero cuando se supere la pandemia «volveremos por donde solíamos».

Rufián también mostró sus reticencias a que el PP y Ciudadanos participen en las conversaciones y mostró sus preferencias por limitar los interlocutores a los partidos que apoyaron la moción de censura. El portavoz de Esquerra sospecha que populares y liberales aprovecharán el momento para plantear una recentralización del Estado.

Un planteamiento similar hizo EH Bildu, que señaló en un comunicado que se levantarán de las conversaciones si lo que se busca es «fortalecer el régimen del 78». La izquierda abertzale, añadió, estará con «actitud constructiva» en un «espacio de diálogo que permita salir de la crisis respetando los derechos de los trabajadores y de los pueblos».

También las formaciones del Grupo Mixto, regionalistas canarios, cántabros, asturianos y de Teruel, aceptaron incorporarse a la mesa de partidos. El Gobierno, a falta de lo que decida el PP tras la reunión del lunes, podrá reunir a todo el arco parlamentario, salvo a Vox y la CUP.