El Congreso suspende el pleno de esta semana tras el contagio de Ortega Smith por coronavirus

El aplazamiento no afectará, en todo caso, a la Comisión de Sanidad, que tiene previsto reunirse mañana para escuchar las explicaciones del ministro Salvador Illa sobre la expansión del virus. Ese día, además, los órganos de dirección del Congreso volverán a evaluar la situación y a estudiar las medidas que garanticen el «normal funcionamiento» del Parlamento la próxima semana, cuando los diputados prevén, si es posible, retomar su actividad.

El PP es partidario de abordar fórmulas para que la excepcionalidad no se extienda más allá de este jueves. De ahí que el partido de Pablo Casado contemple la propuesta de la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, que planteó este martes un cambio en el Reglamento para que los plenos puedan ser sustituidos por la Diputación Permanente, que opera en los períodos inhábiles y exige una menor presencia. «El Congreso –elevó el argumento Cayetana Álvarez de Toledo– no se cierra. Los parlamentos no se cierran ni en guerra. La democracia no se pone en cuarentena».

Fuentes del PP precisaron, en todo caso, que en ningún momento se habían opuesto a que las sesiones de esta semana quedaran aplazadas. La ausencia de los 52 diputados de Vox, muchos de ellos en contacto previo con Ortega Smith, resta, según Batet, «legitimidad democrática». Pero la portavoz de los populares confía en que, una vez realizados los examenes médicos pertinentes, parte del grupo de Santiago Abascal pueda volver a la Cámara.

Los populares están interesados en que una de las próximas actividades sea la comparecencia de Pedro Sánchez por la gestión de la crisis. Y aunque algunos grupos, como el PNV, mostraron al PP sus reticencias ante la posibilidad de que el pleno sea escenario de confrontación con un tema delicado, Álvarez de Toledo espera que la Junta vea el jueves su propuesta. Este martes, antes de la paralización de la agenda, ya pidió que se celebrara una sesión monográfica en lugar del control al Gobierno de este miércoles.

Mientras tanto, el Congreso ha activado ya un protocolo frente al virus. Por recomendación del Comité de Seguridad y Salud de la institución, queda suspendida, sin plazo establecido, toda la actividad extraparlamentaria de la Cámara. No habrá jornadas ni coloquios y se paralizan las visitas externas de grupos numerosos a las instalaciones y los viajes oficiales de los diputados, especialmente aquellos que tengan por destino las zonas afectadas por la epidemia. El Congreso ya había decidido también esta mañana «facilitar», además, el teletrabajo, en la medida de lo posible.

El martes la Cámara baja ya contaba con cartelería e información visual en los principales accesos sobre qué consejos seguir en el edificio. En los servicios, además, se han colgado guías sobre el correcto lavado de las manos para evitar que se extienda el virus. Según el Comité de Seguridad y Salud, se trata de seguir los siguientes criterios: máxima prudencia, mínimo riesgo y transparencia. Además, la Mesa ha aprobado colocar dispensadores de gel hidroalcohólico en la medida que lo permita la disposición de este producto, que escasea en el mercado.

En cuanto a la desinfección, se extremará la limpieza de aquellos elementos de uso común, como pomos de las puertas o botonaduras del ascensor, y se sustituirán las acreditaciones de acceso, que ahora son de plástico, por otras desechables.